Senado: un sector mayoritario del PRO quiere tratar la expulsión de Kueider

En una jornada repleta de nerviosismo, el bloque del PRO en el Senado se reunió para adoptar una decisión sobre el peronista disidente Edgardo Kueider, detenido la semana pasada en Paraguay. Si bien la postura final del macrismo no está del todo blindada, un sector mayoritario quiere dar quorum y discutir el tema el jueves en la sesión que empuja el kirchnerismo para remover al legislador entrerriano.

La decisión fue confirmada por el jefe de la bancada, Luis Juez, luego de la reunión que mantuvo con sus colegas para definir si bajaban o no al recinto, ante el pedido de sesión tramitado por el kirchnerismo.

"No hay ninguna duda que hay que expulsarlo", dijo sobre el entrerriano, sorprendido en el puente La Amistad, en el límite entre Brasil y Paraguay, con su secretaria y más de USD 200 mil en efectivo y sin declarar.

No obstante, una senadora del PRO reconoció en off the record que no todos los senadores del bloque PRO están convencidos de eso. "Algunos creen que [a Kueider] puede caberle una suspensión", señaló.

La distinción entre la expulsión y la suspensión tiene efectos políticos determinantes en la Cámara alta. Si Kueider fuera destituido, su lugar sería ocupado por Stefanía Cora, quien lo secundaba en la lista y actualmente es diputada provincial en Entre Ríos. Pero en caso de ser suspendido, su banca quedará vacante por el resto del mandato o hasta que su situación judicial se aclare.

Como sea, la eventual suspensión de Kueider dejaría al cuerpo con 70 integrantes y dos bancas vacías, la del entrerriano y la del chaqueño Víctor Zimmermann, que pidió licencia para sumarse al gabinete de Leandro Zdero y no permitió que lo sucediera la japonesa Alicia Terada. "Con tal que no asuma alguien de la Coalición Cívica, los radicales tramitaron la licencia", se quejan los laderos de Elisa Carrió en Diputados.

Incluso en ese escenario, el peronismo se volvería más amenazante para Javier Milei, que ya había ordenado cerrar el Senado ante la explosión del caso Kueider. Si el quórum pasara a calcularse sobre un total de 70 senadores, alcanzaría con 36, Mayans y di Tullio coordinan una tropa de 33 y, en un año electoral, sería difícil que los aliados no se vuelquen hacia posiciones más duras contra el gobierno. 

A 48 horas de la convocatoria solicitada por el interbloque de Unión por la Patria todavía no está claro que Victoria Villarruel vaya a conceder la apertura del recinto. "Está esperando indicaciones de la Casa Rosada", dijeron en un despacho aliado, pero advirtieron que "la oposición puede sesionar igual, con Silvia Sapag como vicepresidenta de la Cámara".

Hasta el momento, se contaban para el quórum los 30 senadores peronistas, los 7 del PRO, más los dos misioneros del Frente Renovador de la Concordia, la tucumana Beatriz Avila, la rionegrina Mónica Silva y un puñado de legisladores de la UCR. Con esos más de 40 senadores, la oposición estaría sobrada para sesionar y debatir la continuidad o no de Kueider en la Cámara.