Un hombre de Nosiglia que trabajó para la AFI K desembarca en el gobierno de Milei

Tras el desembarco de Guillermo Francos en la Jefatura de Gabinete, el éxodo possista parece no tener fin. A las renuncias de Silvestre Sívori (AFI) y Mauricio González Botto (Empresas y Sociedades del Estado) se sumó en las últimas horas la del exbrigadier Jorge Antelo, quien comandaba la Secretaría de Estrategia Nacional y habría sido parte de la estructura de espionaje ilegal que detonó el vínculo entre el presidente Javier Milei y su exjefe de Gabinete. Lo reemplazará el radical nosiglista José Luis Vila, también ligado al mundo de los espías.

Radical de larga trayectoria en Defensa y en Inteligencia, Vila trabajó para los gobiernos de Raúl Alfonsín, Fernando De la Rúa, Néstor Kirchner, Cristina Kirchner y Mauricio Macri, del que no se fue bien. De hecho, años después terminó siendo uno de los principales impulsores de la causa por presunto espionaje ilegal macrista que nació en la justicia de Lomas de Zamora. Para ello se valió del testimonio de un narco, que dijo haberle puesto una bomba –que no podía explotar y en un domicilio donde ya no vivía– en julio de 2018 a pedido de un espía.

Su primera presentación la hizo el 27 de mayo de 2020 ante la Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia, que en ese entonces presidía un viejo conocido suyo: el diputado Leopoldo Moreau. En ese momento, Moreau contaba con el asesoramiento del operador judicial K Franco Bindi, actual pareja de la diputada libertaria Marcela Pagano. Entre Vila, Moreau y Bindi hay un denominador común: el exjoven radical Fernando Pocino, quien lideró junto al exjefe del Ejército César Milani el aparato de inteligencia paralela K. 

Extraña presencia de un operador K en la reunión que detonó al bloque libertario

Vila, cuya carrera tuvo lugar por más de 13 años en ciudades como Washington, Moscú, Madrid y Brasilia, no dudó en tributar a ese bando cuando sobre el final del mandato de CFK le tocó volver a Buenos Aires, donde terminó desempeñándose como jefe de Gabinete del entonces Director General de la AFI Oscar Parrilli.

Con la llegada de Macri a la Presidencia, el inoxidable operador radical Enrique "Coti" Nosiglia intentó ubicarlo como subjefe del organismo de inteligencia. Pero ese cargo recayó en Silvia Majdalani, a quien posteriormente terminó responsabilizando por el episodio de la bomba.

Meses atrás, el mismo narco que se atribuyó el ¿atentado? se desdijo ante la Justicia y denunció que su testimonio había sido guionado por el juez federal Federico Villena a cambio de mejorar su situación procesal y la de sus familiares detenidos. El ghostwriter de ese guión –se sospecha– habría sido el neolibertario Bindi, con el que Vila solía compartir largas charlas de café en las inmediaciones de Av. Callao y Santa Fe.