"Operación Tun Tun": la ofensiva de Maduro contra la oposición

Después de las controvertidas elecciones del 28 de julio en Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro lanzó una nueva ofensiva conocida como la “Operación Tun Tun”.

Este operativo represivo, revelado por Clarín, tiene como objetivo arrestar a opositores al régimen, allanando sus casas sin órdenes judiciales, en una escalada de represión que ha sumido al país en un clima de terror.

Las protestas contra los resultados electorales, que dieron por ganador a Maduro para el período 2025-2031, estallaron de manera espontánea en diferentes partes del país, especialmente en barrios pobres, antiguos bastiones del chavismo.

Sin embargo, el gobierno no tardó en desplegar la violencia para sofocar las manifestaciones, que rápidamente se volvieron sangrientas.

militar. La represión no solo dejó decenas de heridos y cientos de detenidos, sino que también sembró el miedo entre los ciudadanos que se atrevieron a manifestarse en contra del régimen.

El 29 de julio, el Consejo Nacional Electoral, controlado por el chavismo, confirmó la victoria de Nicolás Maduro, lo que provocó una segunda ola de manifestaciones. Sin discriminar entre quienes protestaban pacíficamente y aquellos involucrados en actos vandálicos, las fuerzas de seguridad arrestaron a decenas de estudiantes y trabajadores, sumando a una larga lista de detenidos y desaparecidos. En varios barrios populares, casas de opositores fueron marcadas con una “X”, mientras que el régimen anulaba pasaportes y emitía prohibiciones de salida del país, agravando la situación de los disidentes.

Sin orden judicial ni garantías

El término “Operación Tun Tun” hace referencia al sonido que producen los golpes en las puertas cuando las fuerzas de seguridad irrumpen en las viviendas de opositores. Este operativo no requiere órdenes judiciales, lo que convierte las detenciones en una herramienta de represión masiva. Según testimonios recogidos por organismos internacionales, las víctimas de la Operación Tun Tun son sacadas de sus hogares sin justificación legal, y muchas de ellas terminan desaparecidas.

Uno de los testimonios más impactantes es el de una persona que recibió amenazas por WhatsApp apenas días después de haber participado en una protesta. “Me dijeron que esperara los golpes y la operación Tun Tun, y no tardé ni 15 minutos en huir de mi casa. Me escondí durante un mes”, relató, bajo condición de anonimato, un opositor que logró escapar antes de ser arrestado.

El informe más reciente de la Misión de Determinación de los Hechos de la ONU para Venezuela denuncia que el gobierno venezolano ha implementado esta operación como parte de su estrategia para silenciar a la disidencia política. “Las autoridades pusieron en marcha la Operación Tun Tun para detener en sus viviendas a personas que habían participado en las protestas o que habían expresado opiniones críticas contra el gobierno. Esto generó un clima de terror generalizado en la población”, señala el informe.

La represión se extiende a familiares

Uno de los métodos más escalofriantes de la represión chavista es la persecución de los familiares de los opositores, una táctica diseñada para forzar la entrega de los disidentes. La periodista Ana Carolina Guaita, del medio La Patilla, fue detenida tras cubrir el derribo de una estatua de Hugo Chávez en La Guaira. Sus familiares denuncian que Guaita es utilizada como rehén, ya que el verdadero objetivo del gobierno es capturar a sus padres, militantes opositores.

“Es una política de Estado ir contra los familiares de los perseguidos para que se entreguen”, afirma un veterano dirigente opositor, que prefirió no revelar su identidad por temor a represalias.

Este no es un caso aislado. El exalcalde Javier Oropeza, de Carora, estado Lara, tuvo que huir del país para evitar ser encarcelado. Su delito: no haber impedido las manifestaciones espontáneas en su ciudad. El gobierno confiscó su casa, sus vehículos y hasta los diarios locales que él dirigía. Incluso sus hijas, de 10 y 12 años, fueron perseguidas y se refugiaron con familiares para escapar del acoso de las fuerzas de seguridad.