Elecciones porteñas: el PRO se juega el poder tras 15 años de hegemonía

La elección de medio término en CABA llega con el oficialismo fragmentado, la oposición peronista unificada y los libertarios decididos a capitalizar el descontento.

Política28 de marzo de 2025Sección PaísSección País
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Las elecciones del 18 de mayo en la Ciudad de Buenos Aires serán mucho más que un recambio parcial en la Legislatura. En juego está el futuro del dominio político que el PRO ostenta desde hace más de 15 años. El desdoblamiento electoral impulsado por Jorge Macri buscó controlar el daño, pero el escenario que se abre es de máxima tensión.

Con un electorado hastiado de las opciones tradicionales, La Libertad Avanza, los disidentes libertarios y hasta el peronismo pueden convertirse en protagonistas de una elección que redefine la escena porteña. El macrismo, que pone en juego ocho bancas, no sólo enfrenta el desgaste de gestión, sino también una feroz fragmentación interna.

El PRO, entre la resistencia y la diáspora

La cara de la defensa amarilla será Silvia Lospennato, ungida por los Macri para sostener el bastión. Su designación deja afuera a María Eugenia Vidal y refleja la necesidad de mostrar una figura “pura” ante una militancia diezmada por las fugas. Pero la unidad es apenas una postal: de las ocho bancas que renueva el oficialismo, varias responden a sectores hoy enfrentados al macrismo duro.

Emmanuel Ferrario y Claudio Romero se alinean con Rodríguez Larreta, mientras que Juan Pablo Arenaza y María Luisa González Estevarena orbitan cerca de Patricia Bullrich. Sólo Darío Nieto y Paola Michielotto pueden considerarse parte del núcleo puro. Los aliados lilitos, Hernán Reyes y Cecilia Ferrero, completan el lote.

Libertarios y aliados, una amenaza real

La irrupción de los libertarios dinamitó la comodidad parlamentaria del PRO. Ahora no sólo debe defender sus bancas, sino también aquellas de aliados circunstanciales que funcionaban como soporte legislativo: radicales, socialistas, republicanos y lopezmurphistas.

A eso se suma la rebelión libertaria. Ramiro Marra, expulsado por Karina Milei, competirá con su propio sello: UCeDé – Libertad y Orden. A su lado, Jorge Reta y los exlibertarios que facilitaron la aprobación del Presupuesto oficialista también ponen en juego sus bancas. Del otro lado, el mileísmo puro presenta una lista encabezada por el vocero Manuel Adorni, con soldados directos del gabinete nacional.

El peronismo, más ordenado que nunca

Mientras el oficialismo se dispersa, el peronismo logró unificar candidaturas en torno a Leandro Santoro. Pese a la ruptura con sectores como el Movimiento Evita de Abal Medina, la mayoría de las tribus panperonistas cerraron filas. La Cámpora, el larroquismo, los gremios y otras agrupaciones afilan su juego para no perder su rol clave en la Legislatura.

Ponen en juego ocho bancas: tres de La Cámpora (Modarelli, Vitali y Tiesso), dos de La Patria es el Otro (Iañez y Montenegro), dos del sindicalismo (Valdés y Daer) y una del Evita. La posibilidad de mantener o incluso ampliar su bloque asoma como una carta de peso frente a un oficialismo que ya no tiene la fuerza de antes.

La Ciudad se prepara para una elección bisagra. Y el PRO, por primera vez en casi dos décadas, juega en defensa.

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