Milei siguió la marcha desde la Rosada y reunió a su "mesa chica" tras el revés con el Presupuesto

El Presidente fue a Balcarce 50 por un trámite burocrático y minimizó la protesta: "Es un día normal". Cumbre de urgencia entre Adorni, Caputo y Santilli para analizar la derrota legislativa.

Política18 de diciembre de 2025Sección PaísSección País
javier-milei-en-el-despacho

Mientras las columnas de la CGT y los movimientos sociales colmaban la Plaza de Mayo en rechazo a la reforma laboral, el presidente Javier Milei siguió los acontecimientos desde su despacho en la Casa Rosada. A diferencia de otras jornadas de protesta social en las que suele permanecer en la Quinta de Olivos, el mandatario se trasladó este jueves por tierra a Balcarce 50 debido a un problema burocrático con su firma digital.

Desde las 14.15, Milei se instaló en su oficina, pero el foco político estuvo puesto un piso más abajo. En la planta baja, la "mesa chica" del Gobierno protagonizó una cumbre de urgencia que se extendió por una hora y media. El jefe de Gabinete, Manuel Adorni; el ministro del Interior, Diego Santilli; el asesor estrella Santiago Caputo; la ministra de Seguridad y jefa de bloque (en uso de licencia), Patricia Bullrich; y el titular de Diputados, Martín Menem, analizaron el costo político del traspié sufrido esta madrugada con el Presupuesto 2026, donde no lograron derogar las leyes de financiamiento universitario y discapacidad.

Pese al ruido de los bombos y la masividad de la convocatoria opositora, en los pasillos de la Rosada intentaron bajarle el precio a la manifestación. "Es un día normal. No nos interesa mucho la protesta", sintetizó a este medio un importante funcionario. En el entorno presidencial celebraron como una victoria táctica que la fecha elegida por el sindicalismo no coincidiera con la actividad legislativa: "Lo importante es que se hace hoy y no un día de sesión", se sinceraron.

Operativo de seguridad y "deseos" cumplidos

El Gobierno afrontó la jornada como el primer gran desafío de Alejandra Monteoliva al frente del Ministerio de Seguridad. La funcionaria monitoreó el minuto a minuto desde el Comando Unificado, supervisando a los más de 1.500 efectivos desplegados. La instrucción bajada a las fuerzas federales fue evitar la confrontación directa, bajo la premisa de que se trataba de una marcha "pacífica", aunque manteniendo las columnas en movimiento para no bloquear totalmente las arterias, un objetivo difícil dada la magnitud de la asistencia.

El sistema de alerta temprana de la cartera detectó la posibilidad de disturbios cerca de las 18 horas, durante la desconcentración, por lo que Gendarmería reforzó el vallado que restringe los accesos a la Casa de Gobierno, dejando habilitada solo la entrada de 25 de Mayo.

En el plano político, la estrategia oficial apostó a polarizar con las figuras del kirchnerismo. En la previa, desde el Ejecutivo se esperanzaban con la presencia de dirigentes con alta imagen negativa. "Ojalá estén Mayra Mendoza y Kicillof", planteaban en los despachos oficiales. El deseo se cumplió: el gobernador bonaerense dio el presente en la plaza escoltado por su gabinete, una foto que el mileísmo busca capitalizar para asociar el reclamo gremial con la gestión anterior.

Te puede interesar
Lo más visto