Cumplirle al FMI costará “uno y la mitad del otro”, dijo Rubinstein

El vice de Massa además reconoció dificultades para afrontar los compromisos con las proyecciones del Presupuesto 2023 y advirtió sobre los riesgos de una devaluación.

15/11/2022Sección PaísSección País
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Gabriel Rubinstein, el viceministro de Economía, reconoció que el Gobierno tendrá problemas para cumplir con la meta fiscal acordada con el FMI y del Presupuesto 2023, y aseguró que si se intentara salir del cepo en forma inmediata, “el país iría hacia un Rodrigazo”.

Sobre el acuerdo por las metas fiscales pactadas con el FMI, Rubinstein graficó que costará “uno y la mitad del otro” de igual manera que será “díficil” cumplir con el sancionado proyecto de Presupuesto del año próximo.

En el marco del 14° simposio de mercado de capitales y finanzas corporativas de IAEF, el viceministro de Economía lamentó haberse apartado de la “economía ordenada” de inicios de los años 2000 que se caracterizó por los superávit gemelos.

“De esa macro nos apartamos, es para pegarse un tiro. Yo me propuse como idea personal meterme para ayudar a ir en esa dirección”, indicó y recordó algunas de las condiciones económicas que reinaban en los primeros años del siglo 21 en la Argentina: “3% de superávit fiscal, 2% de superávit de cuenta corriente, 40 mil millones de reservas netas, 5% de inflación; tasa de Lebacs de 6% anual; no había controles de precios, no había problemas controles cambiarios, porque las regulaciones eran muy laxas. Se podían comprar 2 millones de dólares por mes. Era la única restricción”.

En ese sentido, diagnosticó que “el orden macro pasa por el orden fiscal, ir al superávit y unificar el mercado de cambios, son herramientas que ordenarían la macroeconomía”.

Por otra parte, Rubinstein afirmó que “estamos experimentando una baja en la demanda de dinero” y que esa situación sería “compatible con una inflación del 60% anual”. En ese contexto, indicó que “tiene sentido la política de precios” que anunció recientemente el ministro Sergio Massa a pesar de que reconoció la medida no tiene “sentido per se” sino que el objetivo es “desindexar”.

Sobre el futuro del dólar, reconoció que existe un atraso cambiario, descartó una devaluación y apuntó que el objetivo es “la brecha cambiaria”. “Hasta que no esté en 10, 15 o 20 por ciento es muy disruptiva, tiene que apuntarse a la unificación”, aclaró.

Además, aseguró que no levantarán el cepo cambiario con una frase lapidaria: “No es posible salir del cepo ahora, si hacés una devaluación y sale mal es un Rodrigazo”.

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