"La casta" va por Pettovello y sus funcionarios de confianza

Egos, celos y un enorme presupuesto que todos desean.

Política 28 de abril de 2024 Luis Gasulla Luis Gasulla
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Una de las áreas que mejor funciona en el Gobierno es la de Capital Humano. Es la más problemática, dado el enorme ajuste que soportan la clase media y los sectores más vulnerables. La ministra Sandra Pettovello no habla con la prensa. Lo hizo una sola vez, en LN+. Sus funcionarios mantienen bajo perfil y en los últimos 120 días han presentado una docena de denuncias contra sindicalistas, dirigentes sociales y exfuncionarios.

Las presiones son enormes. 

A Pettovello y su equipo los atacan desde el periodismo militante al profesional. Aseguran que no está preparada para el cargo y que le renuncian los funcionarios por sus desmanejos. Nadie la puede acusar de corrupta. No llegaron hasta tanto. Atacar a Pettovello es cuestionar el corazón de la política social del presidente Javier Milei que, aunque suene contradictorio por las medidas económicas impulsadas por el ministro Luis Caputo, existe. 

Se trata de un asistencialismo sin intermediarios. Tan simple como eso, pero tan complejo de cumplir como que, hasta el 2024, nadie lo había logrado hacer. Tampoco lo intentaron. Los gerentes de la pobreza se empoderaron con Alberto Fernández y manejaron el "Ministerio de la Corrupción". 

Es una verdadera revolución si los pobres son liberados en este país. Algunas de las denuncias de Pettovello retoman el sendero de los "lilitos" como Hernán Reyes o investigaciones periodísticas como las realizadas por programas como La Cornisa o el canal TN en guardapolvos del escándalo o los comedores fantasmas. 

Son el sistema de corrupción más tenebroso del kirchnerismo. Las cooperativas y sus asociaciones civiles, que sirvieron para lavar dinero, evadir impuestos y enriquecer a un sistema de corrupción del cuarto gobierno K. Voltear ese sistema es desangrar al financiamiento de decenas de marchas y reclamos cínicos pues se acordaron tarde de protestar. Callaron durante la desastrosa gestión económica de Alberto, Cristina y Sergio Massa.

Entre las denuncias más destacadas aparece el negociado de los alimentos para los más vulnerables con carterización incluida, los guardapolvos de Tolosa Paz, los comedores fantasmas, el show de las cooperativas truchas en INAES, el FISU que resiste incluso con libertarios como Sebastián Pareja, el tráfico de influencias de los gerentes de la pobreza, las ayudas del Pérsico funcionario al Pérsico dirigente, los giros de fondo a la  mujer de Pérsico, la financiera del INADI, los curros en la cultura, las cajas de las universidades y de los gremios. Hay para todos los gustos. Donde tocan sale pus.

Poca relevancia en los medios tuvieron los verdaderos motivos de algunas de las salidas del Ministerio de Capital Humano con sospechas de infiltraciones y amenazas de la casta que no soporta ser investigada. La Casta, entendida, como el statu quo corrupto de la Argentina.

Una de las funcionarias que está al frente de las denuncias de Pettovello es Leila Gianni. Su pasado kirchnerista parece condenarla. Está tatuada, no responde jamás a las críticas y parece implacable con la corrupción. Los kirchneristas la acusan de traicionar a Néstor. Los antikirchneristas, no aguantan que haya sido K y le desconfían.

Es la prueba del triunfo cultural de Cristina Kirchner que insiste en sobrevivir. Entienden al Estado como la "Cosa nostra". Un funcionario no puede hacer las cosas bien para el país sino para lo que el partido o el líder entienden que es lo correcto. 

Llama la atención el silencio ante los cientos de funcionarios de La Cámpora y del massismo que hacen la plancha en el Estado y/o que están preparando el terreno para dinamitar desde adentro al gobierno actual. De eso no se habla.

Sin las denuncias del Ministerio de Capital Humano y las medidas de asistencialismo y liberación de los pobres impulsadas por la funcionaria, este gobierno tendría, seguramente, más problemas que los que tiene.

Pero no sólo el kirchnerismo opera para debilitar a la funcionaria clave de Milei sino también las intestinas peleas del gobierno libertario. 

Egos, celos y un enorme presupuesto que todos desean. 

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