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Un video muestra que el proyectil fue disparado en línea recta y no en parábola, como sostiene el Gobierno. Bullrich afirmó que el disparo fue “correcto” y descartó investigar el caso.
Política14 de marzo de 2025Eran las 17:18 del miércoles 12 de marzo cuando Pablo Grillo, fotoperiodista, se agachó en plena calle Hipólito Yrigoyen para capturar imágenes de la represión policial en el Congreso. Detrás de los restos de un mueble incendiado, quedó expuesto. A 150 metros de distancia, la Gendarmería avanzaba con carros hidrantes entre humo y piedras. Segundos después, un cartucho de gas lacrimógeno impactó en su cabeza y lo dejó inconsciente.
El disparo, según muestran imágenes de televisión, fue lanzado de manera horizontal por un gendarme apostado en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Solís. Sin embargo, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró que el proyectil fue arrojado “como dicen los manuales”, haciendo un gesto de disparo en ángulo de 45 grados. Además, insinuó que el impacto fue producto de un rebote, algo que no se observa en los registros audiovisuales.
La propia denuncia penal presentada por el Ministerio de Seguridad contradice la versión oficial. En el escrito se reconoce que el disparo habría seguido una “trayectoria horizontal”, lo que contradice el supuesto rebote que mencionó Bullrich.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) y Amnistía Internacional tienen directrices claras sobre el uso de proyectiles lacrimógenos: nunca deben dispararse contra las personas y pueden ser mortales si impactan en la cabeza.
A lo largo de la jornada del miércoles, las fuerzas de seguridad dispararon gases lacrimógenos en varias oportunidades. En algunas escenas se observa el uso de parábola en los lanzamientos, pero en otras, los efectivos dispararon directamente hacia los manifestantes.
El jueves 13 de marzo, la ministra de Seguridad declaró en televisión que Pablo Grillo estaba “detenido” y lo calificó como “un militante kirchnerista que trabaja en la Municipalidad de Lanús con Julián Álvarez”. Sin embargo, en ese momento, el reportero gráfico estaba siendo operado en el Hospital Ramos Mejía debido a una fractura de cráneo y pérdida de masa encefálica.
El intendente de Lanús desmintió que Grillo fuera empleado municipal, aunque confirmó que militaba en el peronismo.
Los registros fotográficos y audiovisuales reconstruyen los momentos previos al impacto. Grillo avanzó por la calle Hipólito Yrigoyen para tomar imágenes de la Gendarmería y se ubicó detrás de una estructura incendiada. Desde allí intentó fotografiar la escena, hasta que un proyectil lo alcanzó.
Mientras tanto, la Gendarmería avanzaba en formación sobre la calle, disparando gases lacrimógenos contra manifestantes que se encontraban a más de 50 metros. A las 17:18, Pablo Grillo cayó herido.
El Gobierno insiste en que no hubo irregularidades en el operativo y descartó investigar lo sucedido. Sin embargo, la evidencia audiovisual y la declaración oficial sobre la trayectoria del proyectil plantean serias dudas sobre el accionar de las fuerzas de seguridad.
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