“Que llame al Club de la Milanesa”: el Gobierno cruzó a Macri con ironía

En la Casa Rosada no tardaron en responderle a Mauricio Macri. Luego de que el ex presidente revelara que con Javier Milei “hace tiempo se terminaron las milanesas” –en alusión a sus viejas reuniones de camaradería con el libertario en la Quinta de Olivos–, un funcionario del Gobierno disparó con ironía: “Puede llamar al Club de la Milanesa y le mandan una”.

La respuesta en tono burlón corrió por los pasillos de Balcarce 50 y expuso el fastidio que generaron las declaraciones del fundador del PRO, quien volvió a cuestionar el rumbo institucional del Gobierno y sugirió que la falta de previsibilidad “comienza a afectar el plan económico”.

Desde el entorno presidencial, minimizaron los dichos de Macri y atribuyeron su malestar a la pérdida de influencia en las decisiones de la gestión nacional. Si bien aún negocian acuerdos en algunos distritos con La Libertad Avanza, la relación entre el expresidente y el “triángulo de hierro” que rodea a Milei se volvió cada vez más tirante.

Según Macri, Milei se mostraba receptivo a sus planteos institucionalistas durante sus charlas cara a cara, “cuando comíamos milanesas”, pero luego “no convalidaba” lo conversado, influido por su entorno. En ese entorno, el blanco principal es Santiago Caputo, principal asesor del presidente y ex colaborador de la mesa chica macrista.

La relación entre Macri y Caputo viene cruzada por reproches múltiples: desde la pelea por el control de la Hidrovía, donde el PRO había avanzado en una licitación frustrada durante la gestión de Alberto Fernández, hasta el arribo del catalán Antoni Gutiérrez-Rubí como estratega del PRO, a quien los libertarios no le perdonan haber orquestado la campaña de Sergio Massa.

Por ahora, en el Gobierno no piensan abrir otra ventana de diálogo formal con el expresidente. “Ya tuvo su milanesa. Que pida delivery”, bromeó otro dirigente libertario, dejando en claro que, al menos por ahora, la relación está fría.