Quirno a Cancillería: la llave para la agenda con Trump y el desembarco minero de EE.UU.

El relevo de Gerardo Werthein apunta a engrasar el vínculo Milei–Trump y acelerar el pipeline de proyectos bajo el RIGI. Con línea directa al Tesoro y a fondos globales, el nuevo canciller es la pieza elegida para canalizar inversiones en litio, uranio, energía y data centers.

Economía y negocios28 de octubre de 2025Sección PaísSección País
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El inesperado enroque, a horas de las legislativas, no fue capricho: Javier Milei colocó a Pablo Quirno —hombre de confianza de Luis Caputo en Finanzas— al frente de la Cancillería para ordenar la relación política y económica con la Casa Blanca y, en particular, para activar la agenda minera que EE.UU. quiere priorizar tras el resultado del domingo. Quirno viene trabajando con los equipos sectoriales desde que se aprobó el Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI) y se convirtió en interlocutor preferente de mineras y fondos con proyectos en el Norte.

De perfil técnico y con vínculos aceitados en Wall Street y organismos multilaterales, Quirno tuvo un rol clave en la negociación con el Tesoro norteamericano. En Washington celebraron su designación: el soporte financiero se inscribe en un interés geopolítico en minerales críticos —litio y uranio, sobre todo— y en Vaca Muerta.

La hoja de ruta ya estaba en marcha: Quirno cultivó contactos en la London Metal Exchange y la PDAC de Toronto, donde se reunió con el Business Council of Canada, el Canadian Council for the Americas, la Bolsa local y grandes fondos de pensión. En paralelo, CEOs mineros buscaban acceso directo a su oficina para acelerar aprobaciones RIGI o validar sus carpetas antes de presentarlas.

Ese trabajo empezó a rendir frutos a fines de mayo: en la previa de Arminera (CAEM) se anunció la aprobación del proyecto de litio Rincón (Río Tinto) y, en los meses siguientes, se sumaron Galán Lithium y Los Azules. Entre los tres concentran cerca de USD 6.000 millones, con otros más de USD 17.000 millones en la gatera (Pachón, Agua Rica, Fénix 1B, Gualcamayo, Sal de Oro y Sal de Vida).

El vector minero y la traza estadounidense

El interés de EE.UU. en litio, oro, plata, plomo, zinc y uranio combina estrategia y seguridad de suministro. Hoy hay presencia norteamericana —directa o vía empresas listadas en NY— en un mapa que va de Jujuy a Santa Cruz: Puna Operation (SSR Mining, plata/plomo/zinc, Jujuy), El Quevar (JV con Golden Minerals), Fénix (Arcadium Lithium, Catamarca), Kachi (Lake Resources + Lilac Solutions), Cerro Negro (Newmont, Santa Cruz) y participaciones en salares como Arizaro, entre otros.

Para Argentina, la ventana es clara: inversión, transferencia tecnológica y consolidación de cadenas, siempre que se preserve certidumbre regulatoria y estabilidad macro. Ahí encaja el RIGI y el “fast track” administrativo que Quirno ya venía piloteando desde Finanzas.

Comercio, inversiones y señales de poder

EE.UU. es el tercer socio comercial del país. Las exportaciones argentinas promediaron USD 5.700 millones en la última década, con pico de USD 6.464 millones en 2024. Aunque el intercambio fue deficitario para Argentina, el Gobierno confía en revertir el saldo de la mano de mayores ventas de energía, minería y economía del conocimiento. Desde el “Liberation Day” de abril, los productos locales enfrentan una tasa arancelaria base del 10% en EE.UU., lo que, combinado con el nuevo clima político, es leído como oportunidad.

En materia de inversión, el embajador Peter Lamelas ratificó que compañías estadounidenses y occidentales preparan desembolsos “sin precedentes”. En paralelo, se cocina un acuerdo de rebaja recíproca de aranceles con la Oficina del Representante Comercial (Jamieson Greer), que el Ejecutivo da por “listo” para anunciar cuando cuadren los tiempos diplomáticos.

La agenda tecnológica también asoma: OpenAI anunció una alianza con Sur Energy para levantar un megacentro de datos de IA en la Patagonia, con un plan de inversión de USD 25.000 millones que, de concretarse, convertiría al país en un hub regional de cómputo.

El stock y los próximos pasos

Según Analytica, el stock de IED estadounidense asciende a USD 31.882 millones (17% del total), 7,4 veces el de China. Los mayores pesos: petróleo y gas, manufactura, telecomunicaciones y comercio automotor. Detrás de EE.UU. aparecen España (USD 27.379 millones), Países Bajos (USD 24.054 millones) y Brasil (USD 13.023 millones).

Qué viene:

  • Diplomacia pro-inversiones: Cancillería como ventanilla única para proyectos RIGI y coordinación técnica con Economía.
  • Minerales críticos y energía: acelerar aprobaciones y cerrar contratos de largo plazo con offtakers occidentales.
    Señal regulatoria: previsibilidad jurídica, logística y cambiaria para destrabar el pipeline de más de USD 20.000 millones.
  • Capítulo político: cumbre con gobernadores dialoguistas y sintonía fina con Washington para blindar la agenda.

En síntesis, Quirno llega a Balcarce 50 para hacer lo que ya venía haciendo: alinear diplomacia y finanzas con una estrategia de atracción de capital que pone a la minería, la energía y la infraestructura digital en el centro del nuevo vínculo con EE.UU. Si el gobierno logra convertir expectativas en aprobaciones y aprobaciones en obra, la Cancillería será la puerta de entrada del próximo ciclo inversor.

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