La número dos de Kicillof decidió no asumir el escaño para el que fue electa en septiembre. Su lugar fue ocupado por una dirigente de Ensenada. Tensión por la disputa de la vicepresidencia primera del Senado entre el kirchnerismo y el kicillofismo.
Política16 de diciembre de 2025
Sección País
En una jugada que sacudió el tablero político de la provincia de Buenos Aires, la vicegobernadora Verónica Magario presentó este martes su renuncia a la banca de diputada en la Legislatura bonaerense, cargo para el que había sido electa en los comicios de septiembre pasado. De esta manera, la matancera confirmó que continuará en su cargo en el Poder Ejecutivo como ladero de Axel Kicillof.
La decisión se conoció minutos antes de la sesión preparatoria en la que debía prestar juramento. La maniobra ocurre en medio de la feroz interna que atraviesa al Partido Justicialista (PJ) local, que se prepara para renovar sus autoridades en los próximos meses, y mientras el Senado provincial —que Magario preside por su rol institucional— vive horas de incertidumbre por la falta de acuerdos políticos.
Al renunciar a su silla, Magario, quien encabezó la lista de Fuerza Patria por la tercera sección electoral, se diferenció de la estrategia utilizada por el ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis. El funcionario, que lideró la boleta de la primera sección, optó por jurar en la Cámara alta y solicitar licencia inmediatamente para seguir en el Gabinete. La vicegobernadora, en cambio, decidió rechazar el escaño de plano, pese a los pedidos de un sector del peronismo.
El reemplazo y la jura militante
El lugar vacante fue ocupado por María Silvina Nardini, concejal de Ensenada que responde políticamente al intendente Mario Secco, uno de los alfiles del "kicillofismo". Durante su asunción, la flamante legisladora marcó la cancha con un discurso de fuerte carga ideológica.
"Con Hebe (de Bonafini) como bandera, por los 30 mil y por la lucha irrenunciable por la igualdad de oportunidades y la justicia social; sí juro", subrayó Nardini ante el recinto.
Pelea por la sucesión
La renuncia de Magario no es un hecho aislado, sino que se da en un contexto de parálisis legislativa y disputas de poder. El oficialismo provincial no logra consensuar quién debe ocupar la estratégica vicepresidencia 1ᵃ del Senado, puesto clave que se ubica en la línea directa de sucesión del Ejecutivo.
La grieta es evidente: el sector que responde a Cristina Kirchner impulsa para ese cargo al histórico intendente de José C. Paz (en uso de licencia), Mario Ishii, quien asumió como senador el lunes. En la vereda de enfrente, el Movimiento Derecho al Futuro, leal al Gobernador, pretende designar a la legisladora Ayelén Durán.
Mientras se resuelve esta pulseada, el kirchnerismo presiona para tratar en la Cámara alta dos proyectos del Poder Ejecutivo que, de no aprobarse antes de fin de año, perderán estado parlamentario, sumando presión a una Legislatura partida.
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