Luz y gas: el Gobierno toma USD 300 millones del Banco Mundial para afinar la "puntería" de los subsidios

Milei firmó el decreto que habilita el crédito para reformar el sistema de tarifas. El objetivo es cruzar datos para detectar a los usuarios que realmente necesitan la ayuda y financiar el esquema de garrafas y tarifa social.

Economía y negocios19 de diciembre de 2025Sección PaísSección País
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El Gobierno nacional formalizó este viernes una nueva toma de deuda con un objetivo específico: terminar de ordenar el complejo sistema de tarifas de energía. A través del Decreto 900/2025, el presidente Javier Milei aprobó un préstamo de 300 millones de dólares del Banco Mundial (BIRF) destinado a mejorar la eficiencia del gasto público en electricidad y gas.

La medida, que lleva también las firmas de Luis Caputo y Manuel Adorni, busca financiar la transición hacia un esquema de "subsidios focalizados". En criollo: el Gobierno usará estos fondos para perfeccionar las bases de datos y los sistemas informáticos que permiten distinguir quién puede pagar la tarifa plena y quién necesita asistencia estatal.

¿En qué se gastará la plata?

El crédito tiene dos destinos principales, según se desprende de la letra chica del acuerdo:

  1. Mejorar el "filtro" de usuarios: Se invertirá en capacidad institucional para identificar con precisión a los hogares vulnerables. La idea es "racionalizar" la ayuda, asegurando que los subsidios no vayan a sectores de ingresos medios o altos.

  2. Pagar la tarifa social: Parte de los dólares se usarán directamente para financiar los subsidios al gas de aquellos usuarios que pasen el filtro de elegibilidad (la llamada "demanda prioritaria").

El aval económico

Para avanzar con este préstamo, el Gobierno debió presentar los avales técnicos de rigor. El Banco Central (BCRA) dio el visto bueno, asegurando que el ingreso de estas divisas tendrá un impacto "acotado" en la economía y no generará desajustes en la balanza de pagos.

Por su parte, el equipo de Finanzas validó la operación destacando que endeudarse con el Banco Mundial es más barato que salir a pedir plata a los mercados voluntarios de deuda, dado que las tasas de interés y los plazos de devolución son más benévolos para el país.

La ejecución del programa quedará en manos de la Secretaría de Energía y del ente regulador (el futuro organismo que unificará al ENRE y al ENARGAS), quienes tendrán la tarea de aplicar este "sintonía fina" en las boletas que llegan a los hogares.

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