
Kueider, preso en Paraguay, denunció una operación K por su voto a favor de la Ley Bases
El exsenador dijo que las causas en su contra surgieron tras apoyar al Gobierno y negó haber cobrado coimas.
El ministro de Seguridad bonaerense habló tras la agresión y aseguró que hubo "infiltrados" en el ataque. También lanzó duras críticas contra su par porteño, Eugenio Burzaco.
Política04 de abril de 2023Tras la agresión sufrida ayer durante la protesta por la muerte de un chofer de la línea 620 en La Matanza, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, sostuvo que el episodio fue "una emboscada" y acusó a la precandidata presidencial Patricia Bullrich de haber puesto "infiltrados del PRO" en la manifestación por el asesinato de Daniel Barrientos.
"Cuando llego ahí, estoy entrando, me dicen 'es una emboscada, andate'. Para mí, huir no es una opción", reveló el funcionario bonaerense sobre el momento en que llegó al corte en la avenida General Paz.
"Cuando ves las caras, uno lo olfatea, vi que no era, no eran... era gente que venía a provocar", añadió sobre sus sensaciones durante los primeros minutos en la manifestación, en diálogo con C5N
"Siempre hay infiltrados, vi caras conocidas", se explayó esta mañana, con radio La Red.
Luego, en otra entrevista brindada a Radio 10, Berni elevó el tono de las acusaciones y hasta apuntó contra Patricia Bullrich.
"Había infiltrados del PRO. Y Patricia Bullrich es parte de ese sector", señaló Berni ante la emisora. Además, denunció la presencia de "barrabravas" y "también había activistas políticos".
El ministro de Axel Kicillof reclamó que un fiscal actúe de oficio para identificar a sus agresores. "Yo no soy alcahuete", dijo para justificar que él no presentaría una denuncia.
Sobre los presuntos agresores, Berni respondió: "Los tengo identificados y los veo permanentemente. Hay muchos en La Matanza que no desaprovechan ninguna situación para generar actos violentos y vandálicos, y este tipo de protestas", pero insistió en que algún fiscal debe actuar de oficio en la denuncia.
"Había activistas políticos que los conozco...", lanzó luego el ministro, sin hacer nombres y habló de un escenario de internas de la UTA, el sindicato del transporte y puso énfasis en la violencia de los "conflictos gremiales". "En las internas [de la Unión Tranviarios Automotor] estamos hablando de plata, no estamos hablando de la gloria de conducir", agregó.
En este sentido, apuntó a la oposición y a los medios de comunicación: "Hay una metodología de incitación a la violencia por parte de sectores políticos en algunos distritos de la provincia de Buenos Aires que de manera injustificada convocan medios y cuando se prenden los flashes de las cámaras empieza la excitación".
El ministro de Seguridad cuestionó el accionar de la Policía de la Ciudad y le recomendó a su par porteño, Eugenio Burzaco, que no lo llame porque "se va a comer flor de puteada".
"La Argentina no puede seguir en este estado de violencia, no puede dirimir los conflictos gremiales así y la política no puede fomentar la violencia. Yo le puedo garantizar que hay una metodología de incitación a la violencia por parte de algunos sectores políticos en algunos distritos que convocan a los medios de manera injustificada y cuando se prenden las cámaras empiezan la excitación", denunció el funcionario bonaerense.
Al ser consultado sobre si Burzaco se comunicó con él para solidarizarse con lo sucedido, contestó: "No. Y mejor que no me llame porque se va a comer flor de puteada. No necesito explicaciones, conozco demasiado bien cómo funciona esto. Esto no se hace, usted no puede poner en riesgo la vida de una persona".
El exsenador dijo que las causas en su contra surgieron tras apoyar al Gobierno y negó haber cobrado coimas.
La oposición lo cruzó por entregar tarde el informe de gestión y por dejar cientos de preguntas sin responder.
El politólogo que asesoró a Milei y hoy trabaja para el exsecretario de Comercio K se convirtió en un actor clave del nuevo esquema de la Vicepresidenta. Nerviosismo en Casa Rosada.
La medida será por zonas y horarios, y solo se aplicará si lo solicita cada intendente. Apunta a combatir el accionar de motochorros.
El vocero presidencial justificó los agravios del Presidente a columnistas como Pagni y Fernández Díaz, y negó que use el poder del Estado para intimidar. “No hubo violencia en las palabras”, dijo.