Tras el revés, el Gobierno recalcula: cambios en el Senado y posible sesión "entre las fiestas"

El duro revés sufrido en la Cámara de Diputados obligó al Gobierno a recalibrar su estrategia legislativa sobre la marcha. Tras perder la votación del capítulo clave del Presupuesto 2026 —que incluía la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario—, el oficialismo diseña ahora una jugada de alto riesgo: aplicar cambios en el Senado y forzar una nueva sesión en la Cámara baja para el 29 o 30 de diciembre, con el objetivo de reponer los artículos volteados por la oposición.

Altas fuentes del oficialismo parlamentario confirmaron que el plan es trabajar en "modificaciones o nuevas leyes particulares" para conseguir los mismos objetivos fiscales que se perdieron en la madrugada del jueves. La lógica es matemática y reglamentaria: si el Senado introduce cambios al texto, el proyecto debe volver a su cámara de origen en revisión. Es allí donde La Libertad Avanza (LLA) buscaría una segunda oportunidad, apostando a sesionar en medio de las fiestas de fin de año.

Sin embargo, en el entorno de Martín Menem admiten que este escenario, impensado hasta hace unos días, "no depende exclusivamente de La Libertad Avanza", sino de los acuerdos que se tejan en la Cámara alta. Si los senadores aprobaran el proyecto tal cual llegó de Diputados (a libro cerrado), la ley quedaría sancionada con los gastos extra, lo que pondría a Javier Milei ante la paradoja de tener que vetar artículos de su propio Presupuesto.

Autocrítica: el error de "mezclar peras con manzanas"

Con el resultado puesto, en el Gobierno comenzaron a realizar un balance de daños. Reconocen que la redacción del polémico Capítulo 11 fue una trampa autogenerada: al concentrar en un solo apartado medidas tan disímiles como los recortes universitarios, la limitación a las Zonas Frías, el fin de la actualización automática de asignaciones de ANSES y el pago de la coparticipación a la Ciudad, condicionaron a muchos aliados a votar en contra de todo el paquete.

"Tal vez la forma de redacción que se propuso no fue la adecuada o los tiempos no fueron los suficientes", concedieron desde el oficialismo. La estrategia de usar los fondos de CABA como "anzuelo" para fidelizar al PRO falló y terminó enfureciendo al jefe de la bancada amarilla, Cristian Ritondo, quien reprochó la mezcla de temas. Si se hubiera desdoblado la votación o los capítulos, estiman que el daño habría sido menor.

Tensión con el PRO y la "regla de oro"

La relación con el macrismo quedó herida no solo por la impericia legislativa, sino por el pacto de LLA con el kirchnerismo para repartirse los cargos en la Auditoría General de la Nación (AGN) esa misma madrugada. Desde la Presidencia de la Cámara baja intentaron minimizar la furia de sus socios, argumentando que el acuerdo "refleja la composición política de la cámara" y aseguraron que seguirán trabajando juntos más allá de las "discrepancias puntuales".

Pese a los vaivenes y la tensión política, en la Casa Rosada se esfuerzan por ver el vaso medio lleno. Valoran la media sanción en general porque "mantiene la regla de oro que permite asegurar el superávit fiscal", un mensaje que, aseguran, fue bien recibido por los mercados.

Si finalmente se concreta la sesión del 29 o 30 de diciembre, el oficialismo también intentaría tratar la "Ley de Compromiso Nacional por el Equilibrio Fiscal y Monetario", cuyo debate quedó trunco en la última sesión por falta de tiempo y riesgo de pérdida de quórum.