Por qué Cecilia es la María Soledad Morales de Capitanich

Análisis y opinión 01 de julio de 2023 Luis Gasulla Luis Gasulla
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El asesinato de Cecilia despertó a la sociedad chaqueña. La derrota electoral de Jorge Milton Capitanich por seis puntos, a su vez, lo despertó a él. Se puso en el lugar de víctima cuando estaban buscando los restos de la joven de 28 años asesinada y prendida fuego. Mandó a una de sus diputadas preferidas, Claudia Panzardi, a echarle la culpa del femicidio a la familia de Cecilia. 

Panzardi está al frente del área de Igualdad de Género de la Cámara. Estuvo casada con Pedro Maidana, intendente de Colonia Elisa. Maidana hizo campaña con Emerenciano Sena el 4 de junio pasado, dos días después de que el piquetero, su hijo César y Marcela Acuña matasen a Cecilia. Panzardi apadrinó el colegio con "perspectiva social" del matrimonio piquetero. Capitanich fue el padrino de bodas de Sena y Acuña. También fue el padrino del pequeño César. 

El gobernador le obsequió, por la simbólica suma de $14.593,89, 27 hectáreas a Sena y Acuña en Campo Rossi. Allí, donde los piqueteros criaban 500 chanchos, prendieron fuego los restos de Cecilia para luego tirar las cenizas al Río Tragadero. El casero de los Sena, Gustavo Melgarejo, quiso ganar tiempo plantando en la justicia, la falsa información de que a la joven la habían descartado en las 20 hectáreas del basural del Gran Resistencia. Le querían tirar un muerto al intendente Gustavo Martínez, a horas de la elección. La información se la habría proporcionado, José Galassi. Galassi es candidato a diputado local de Capitanich. Sena también era precandidato de una de las colectoras de Coqui. Su esposa era candidata a Intendenta. Dos detenidos más, también eran candidatos del kirchnerismo chaqueño. 

140 millones de pesos recibió la Fundación que lleva el nombre del fallecido suegro de Sena en lo que iba del 2023. 6 millones tenía en físico en la casa. Marcela Leiva, ex trabajadora de los Sena, se fue del espacio cuando vio una mesa de dinero físico que desbordaba por todas partes. Siete denuncias judiciales contra los Sena fueron archivadas por presiones del gobierno de Capitanich. Por eso Leiva cree que el asesinato de Cecilia se pudo haber evitado. 

El Barrio Emerenciano Sena era el lugar de la revolución coquista. Allí el piquetero había echado a los tiros a Sergio Schoklender en las Pascuas del 2009. Todo lo controlan. Allí descartaron las prendas de Cecilia, mudaron los muebles ensangrentados de la casa del terror, en Santa María del Oro 1460, Resistencia, y la puntera Alicia Pelizardi apretaba a los vecinos y periodistas con las matonas que los rodean. El periodismo nacional no debía entrar al barrio, ordenó Acuña antes de ser detenida. Allí se vende drogas, Emerenciano pedía favores sexuales a las mujeres que crian sus hijos como pueden a cambio de una casita. El título de propiedad nunca llega. Los fondos del gobierno local, sí. El fluyo de plata nunca se cortó, incluso luego del escándalo. Casi 900 millones de pesos pasaron por las manos del matrimonio piquetero. Mauro Andión, hombre clave de Capitanich, no sabe qué hacer con su celular. Coqui tampoco, ¿será por eso que se le rompió el aparato en los primeros días de junio cuando Gloria Romero denunciaba la desaparición de su hija? 

Hoy Capitanich se puso la campaña al hombro. Cree que con su rostro en las boletas los chaqueños lo acompañarán. Chaco se define entre la impunidad y el cambio. Si votan lo mismo se convertirán en la Formosa de Gildo Insfrán. Por estas horas, como buen kirchnerista, Capitanich apretó a la prensa local, juntó a los propios y bajó un discurso contra el periodismo nacional. La oposición radical duda cómo responder. 

El plan de impunidad de Marcela Acuña, la verdadera Milagro Sala chaqueña, es que el tiempo pase y hacerlo pasar por "loquito" al pequeño César. Nunca la quiso a Cecilia. Menos ahora que la mataron. En el círculo de muerte en el que se manejan los matones del poder, los culpables son las víctimas. Como dio a entender Panzardi, la diputada preferida de Capitanich. 

En Catamarca, los Saadi cayeron porque la prensa no bajó los brazos, la monja Pelloni alzó su voz y María Soledad Morales tenía una familia unida e incorruptible. En Chaco, todo está por verse. El periodismo nacional oscila entre la información y el sensacionalismo berreta. La familia se enrosca en internas estériles por la aparición de Miguel, padre biológico de Cecilia que abandonó a su familia hace 20 años pero que, no tenía relación con los Sena, ni vivía en su barrio y que tampoco quería plata. Sin embargo, se desinformó para callarlo. En Chaco tampoco apareció, hasta hoy, una Marta Pelloni. Capitanich lo sabe y no se resigna a mantenerse en el poder. 

A pesar de todo. A pesar de la verdad que afloró, en la sociedad chaqueña, tras el macabro asesinato de Cecilia. 

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