Wolff, tras la renuncia de Urribarri: "Esto es Macondo"

En diálogo con Camilo Cagnacci para Radio Cultura, el diputado opositor consideró que la salida del entrerriano de la embajada en Israel, luego de ser condenado por corrupción, representa "un papelón internacional". AUDIO.

08 de abril de 2022 Sección País Sección País
Diseño sin título (71)

Waldo Wolff se refirió hoy a la renuncia del embajador argentino en Israel, Sergio Urribarri, luego de que la justicia de Entre Ríos lo condenara por corrupción a ocho años de prisión.

En diálogo con Mundo Imperfecto, el programa que conduce Camilo Cagnacci en Radio Cultura (FM 97.9), el diputado de Juntos por el Cambio, que fue el primero en pedir que Urribarri fuera apartado de su cargo hasta tanto se resolviera su situación judicial, calificó el hecho como "un papelón internacional" y lo enmarcó dentro de lo que considera "Macondo".

Además, Wolff dijo que cosas como estas son consecuencia del "adormecimiento" de la sociedad y cuestionó al Estado de Israel por haber aceptado el plácet de Urribarri. "Que se hagan cargo también", reclamó.

***

-¿Cómo llegamos a esto de tener un embajador que tuvo que renunciar por corrupto?

-Llegamos porque tenemos una sociedad, en general, adormecida. La verdad que es absurdo mandar a un embajador procesado por una causa de enriquecimiento ilícito, cohecho, corrupción, a un país. A cualquier país del mundo. De hecho, yo en el 2020 presenté un presenté un proyecto de "ficha limpia para embajadores". Que en realidad no habría ni que presentarlo, porque es como pedir la sopa sin moscas. A ninguna cancillería se le ocurre mandar a alguien con prontuario a un país. Así que, llegamos de esa manera: con una sociedad que está adormecida, atontada. Un párrafo aparte, una crítica al Estado de Israel por haberlo aceptado. Porque aceptaron el plácet. Otra crítica a la dirigencia de la comunidad judía argentina. No porque tenga que opinar sobre Israel, pero, definitivamente, para los judíos Israel es un centro de vida espiritual. Hay ochenta mil argentinos viviendo –se calcula– en Israel y tampoco nadie dijo nada. O sea, no tiene un punto a favor. No tiene una lectura racional. No hay explicación del porqué. No tengo mucho más que decirte que es una sociedad que se acostumbra a que todos los días le pasen por arriba ¿no?

–El pedido para que lo apartaran hasta que se resolviera su situación lo presentante hace dos meses ¿no?

–Yo lo había pedido antes. Y en febrero, lo que hice fue mandarle una carta a Cafiero. Porque, en febrero, la fiscal hizo la acusación formal –había pedido doce años– y lo que pedí fue que dé un paso al costado. Yo soy un hombre respetuoso del debido proceso –ahora está condenado–, es lo que haría yo. Si yo estoy procesado por un delito de corrupción y me envían a un país, y me considero inocente o no, diría: "Miren, me parece una vergüenza. Déjenme resolver mi situación y después voy". Es una cuestión, para mí, de lo más natural. Yo soy un representante del país, no puedo llegar a un país y que en ese país salga todos los días una noticia de que a mí me acusan por haber robado.

–Y además hay que recordar que, mientras nosotros seguíamos en un momento duro de la pandemia, se burló del Covid en medio de una fiesta...

–Sí, bueno, también salió Fabiola ¿no? Y Alberto Fernández. Esto es Macondo, estamos en cuento de Capusotto. Que si no fuera peligroso y grave sería solamente simpático y bizarro, pero sí: es parte de cierto sector de la oligarquía gobernante. Y como te decía antes, también, autocrítica a la sociedad que permite todo ¿no?

–Bueno, pero como cosa para destacar –yo no sé si les dio un ataque de dignidad o de honestidad a los kirchneristas– está que Urribarri puso su renuncia a disposición y se la aceptaron. Porque, en otro momento, hemos escuchado "no tiene condena firme" y entonces toca esperar hasta que se expida la Corte Suprema...

–Sí, sí. Digamos que es lo lógico, pero nadie se hace cargo políticamente de este papelón internacional. La verdad que es un papelón, una mancha más.

–Vos recién apuntabas contra la dirigencia de la comunidad: habiendo sido vicepresidente de la DAIA, ¿nunca supiste si les hizo el ruido suficiente este tema? ¿Tuviste alguna charla ahora?

–En realidad es una crítica a la sociedad civil. Toda la sociedad civil. La UIA, también, el otro día salió a pedir que le avisen cuándo van a hacer los cortes de gas. Bueno, yo siempre fui un hombre de posiciones tomar –por eso estoy donde estoy– y se los he dicho. Tengo una buena relación con ellos. Ahora, dirigencialmente, me da vergüenza como argentino. Yo tengo un hijo en Israel en este momento –futbolista–  y mi país le envió al país donde esta mi hijo a un convicto, a un delincuente. Es una vergüenza. Yo soy argentino y tengo muy clara mi identidad, pero evidentemente la comunidad judía argentina es la comunidad más grande de Latinoamérica, tiene un vínculo con Israel, porque tiene un vínculo respecto a la identificación con la religión, y nadie dijo nada. Pero bueno, cada uno se tiene que hacer cargo. A mí me parece que esto es parte de esta sociedad civil que permite absolutamente todo, que todo le parece normal, que todo le parece lógico. A mí me parece vergonzoso. Y también te dije un reclamo al Estado de Israel, que le acepta el plácet. Así que, que se hagan cargo también. 

A continuación, la entrevista completa:

Lo más visto