El Gobierno refuerza su respaldo a Bullrich y minimiza la represión en el Congreso

Desde Casa Rosada aseguran que las imágenes de violencia “no afectarán en nada” al Gobierno y califican la protesta como un intento de desestabilización.

Política13 de marzo de 2025Sección PaísSección País
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Pese a los más de 20 heridos que dejó la movilización de jubilados e hinchas de fútbol frente al Congreso, el Gobierno relativizó el impacto de la represión y reafirmó su respaldo a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Desde Balcarce 50, aseguraron que Bullrich no actúa sin el aval total de Javier Milei, y minimizaron la brutalidad de la intervención policial. “Las imágenes no nos afectan en nada. La diferencia con Macri es que él se quedaba a la mitad”, afirmó un funcionario en diálogo con Noticias Argentinas, en referencia a la comparación que hizo el expresidente con la represión de 2017.

Según el oficialismo, la protesta fue impulsada por "barras bravas mercenarios" al servicio del kirchnerismo y la izquierda. “Son pagos, los mandaron a desestabilizar”, insistieron.

El Gobierno insiste en la teoría del “golpe de Estado”

Siguiendo la línea de los trolls oficialistas, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, elevó la apuesta al calificar la protesta como un intento de golpe de Estado. “Hay grupos de la política que intentan desestabilizar al Gobierno”, lanzó en declaraciones radiales.

Francos negó la presencia de jubilados en la marcha y justificó la represión: “Era una presión de un sector de bárbaros, activistas políticos que iban con la intención de generar el caos. Fueron reprimidos como corresponde”.

Bullrich, por su parte, intentó vincular la protesta con Fernando Espinoza (intendente de La Matanza) y Martín Insaurralde (exintendente de Lomas de Zamora), a quienes acusó de estar detrás de los incidentes. “El objetivo es desestabilizar a este Gobierno y lo van a hacer todos los miércoles”, sostuvo.

Villarruel se desmarca y condena la violencia

En contraste con la línea dura del Gobierno, la vicepresidenta Victoria Villarruel volvió a marcar diferencias. Aunque evitó confrontar directamente con Milei, se solidarizó con “todos los heridos” y destacó que la protesta es un ejercicio de la democracia.

"La violencia no es la herramienta para manifestarse ni para defender ninguna causa", enfatizó, diferenciándose del relato oficialista.

Ataque a la jueza que liberó a los detenidos

El oficialismo también cargó contra la jueza Karina Giselle Andrade, quien ordenó la liberación de los 94 detenidos.

El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, anunció que la denunciará ante el Consejo de la Magistratura, mientras que el vocero presidencial, Manuel Adorni, la calificó de “cómplice” y aseguró que “la justicia de la puerta giratoria es responsable directa de la inseguridad en la Argentina”.

En la misma línea, el secretario del Interior, Lisandro Catalán, reforzó el discurso oficialista en redes sociales, afirmando que los disturbios “fueron organizados para generar violencia e intentar desestabilizar”.

Un Gobierno que no cede en su postura represiva

Lejos de retroceder, el Gobierno apuesta a endurecer aún más su estrategia. Bullrich ya anticipó que seguirá reprimiendo las manifestaciones, mientras que desde Casa Rosada buscan instalar la idea de un complot opositor para debilitar al Gobierno.

Con una crisis social en aumento y la represión como respuesta, la tensión en las calles promete seguir escalando.

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