Magistratura: Fargosi pidió que "la Corte sea muy firme"

El exconsejero explicó en "Mundo imperfecto" porqué Martín Doñate no debe asumir en el cuerpo judicial, y se refirió a la posible ampliación de la Corte. "Hay momentos y momentos; cuando usted está en terapia intensiva no puede hacer gimnasia", dijo. AUDIO.

23 de abril de 2022 Sección País Sección País
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–Presentó una denuncia ante la Corte diciendo que el consejero que eligió Cristina, Martín Doñate, no cumple con los requisitos necesarios para asumir. ¿Cómo es eso?

–El asunto es así: la ley originalmente exigía que los consejeros cumpliesen los requisitos para ser juez de la Corte, que no son muy altos: ser abogado y tener ocho años de ejercicio profesional. Cristina Kirchner lo cambió, para variar, con esas leyes de democratización de la Justicia y les exigía solamente ser un posible diputado. O sea, no se necesitaba ser ni siquiera abogado ni tener actividad judicial. Cuando salió esa ley, yo fui uno de los que inició juicio por la inconstitucionalidad de esa ley. Y lo gané. Y uno de los artículos que estaban incluidos en el juicio que gané era el artículo que relajaba, que abría el Consejo de la Magistratura a no abogados. Al tiempo se presentó como candidato –propuesto por Cristina– un senador, Ruperto Godoy, y cuando se presentó Godoy, le digo al juzgado "Ruperto Godoy no puede ser consejero de la Magistratura porque, más allá de sus virtudes personales, que no vienen al caso, no es ni siquiera abogado". Y me dieron la razón. Me dio la razón todo el Senado, todo el Consejo de la Magistratura, todos los del Poder Ejecutivo que intervenían en el juicio, y tuvieron que cambiarlo por uno que se llamaba Pais. Y ahora resulta que, según este gobierno, con la soberbia intelectual que lo caracteriza, que dice que o no tengo conocimiento jurídico o me mueven intereses distintos, esos señores ignoran por completo que fue declarado inconstitucional y que, por ende, el que rige es el inicial; que, por otra parte, es el artículo lógico. Es el artículo que dice: "Señor, sea abogado y tenga ocho años de ejercicio". Tampoco estamos pidiendo tanto. 

–Ahora, ¿cuánto tiempo puede demorar la Corte, que por suerte está más activa, para resolver esta cuestión? 

–Bueno, ese es el misterio del cuarto amarillo. ¿Por qué? Porque yo no hice un juicio, porque la verdad que estoy podrido de hacer juicios que terminan dentro de cinco o seis años; lo que hice, sencillamente, fue poner en conocimiento, en un escrito, que presenté en el juicio donde ellos había dictado la sentencia el año pasado –el juicio que invalidó la ley del Consejo de la Magistratura–, diciendo: "Señores, miren que el señor senador Doñate no tiene la antigüedad suficiente que exige la ley". Y ahora será la Corte la que tendrá que decidir. Yo, creo que la Corte no le puede tomar juramento. Porque la Corte no es el cadete del Senado. Cuando la Corte toma juramento, quiere decir que está convalidando los títulos que invocan los candidatos. 

–Yo ayer escuchaba la constitucionalista Andrés GIl Domínguez, en medio de toda esta discusión, planteando que desde lo ético no está bien lo que hizo Cristina, pero que, sin embargo, desde lo técnico, hay una suerte de vacío legal que la habilita. ¿Es así? ¿No se puede hacer nada y punto? ¿Cómo cree que va a seguir esto?

–No. Yo creo que no es así, le explico por qué: porque, precisamente, para evitar este tipo de situaciones, digamos, las leyes, las constituciones, están escritas por seres humanos. No son textos perfectos y completos. No pueden prever todo lo que puede suceder en la vida. Ni para lo bueno, ni para lo malo. Y por eso, desde hace como mínimo cien años, la ciencia del Derecho elaboró un concepto, que es el "abuso del derecho". Usted no puede abusar de su derecho. Ejemplo: uno es dueño de su propiedad, pero yo en mi propiedad no puedo hacer cualquier cosa. No me puedo poner a explotar bombas de estruendo. Eso es abusar del derecho. O me dedico a clavar clavos en la pared medianera a las tres de la mañana. ¿Es mi pared? Es mi pared, pero estoy abusando del derecho.

–¿Y cómo se sale de este papelón? ¿Cuál es la salida? ¿Se puede resolver con una decisión más de la Corte, hay que esperar que cambie el gobierno? ¿Cómo se resuelve?

–Como diría Martin Luther King, yo tengo un sueño. Y es que la Corte, aunque no sé dónde está Lorenzetti –porque parece que no está–, que la la mayoría de la Corte –o sea, Maqueda, Rosenkrantz y Rosatti– sigan en la línea que han marcado desde diciembre. Y es una aplicación muy estricta, muy rápida y muy eficiente de cosas que son incuestionables, que son muy claras. Así que, espero que no me defraude ese sueño que tengo. Espero que la Corte sea muy firme con esa actitud.

–Alejandro, le hago la última pregunta: ¿qué opinión tiene de este arrebato del kirchnerismo de empezar a discutir la semana que viene la posible ampliación de la Corte Suprema?

–Es otro globo de ensayo que tira Cristina para distraernos. El país se está cayendo a pedazos y, todos los días, Cristina Kirchner tira cosas que son materialmente imposibles. No le dan los números –¡gracias a Dios no le dan los números!–, pero yo sugeriría que nos tranquilicemos, porque lo van a hacer de acá al día 10 de diciembre de 2023.

–Pero, ¿está a favor de que se revise la cantidad de integrantes de la Corte o con cinco está bien?

–Yo creo que tienen que ser más, pero no es el momento. Hay momentos y momentos. Yo creo que todos tenemos que hacer gimnasia, pero cuando usted está en terapia intensiva no puede hacer gimnasia.

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