
Milei defendió el equilibrio fiscal y anunció un proyecto para penalizar el déficit; la UBA está de paro; la Justicia confirmó 76 muertes por fentanilo contaminado, que podrían aumentar; y la economía sigue en modo "moonwalk".
A un año sin cortes permanentes en la 9 de Julio, Nación y Ciudad se disputan el crédito por el “orden público”. El protocolo de Bullrich y la Policía de Macri, en el centro de la interna.
Política08 de abril de 2025Este jueves 10 de abril se cumple un año sin cortes permanentes ni acampes en la Avenida 9 de Julio, una de las postales más repetidas del caos porteño durante los últimos gobiernos. Pero lo que podría haber sido un logro compartido se transformó en una interna política: la Casa Rosada y el Gobierno de la Ciudad se disputan el crédito por haber recuperado la principal arteria de Buenos Aires.
Para el oficialismo nacional, la clave fue la implementación del protocolo antipiquetes, impulsado por Patricia Bullrich apenas asumió al frente del Ministerio de Seguridad. Para Jorge Macri, el mérito está en haber ordenado a la Policía de la Ciudad a cumplir la ley sin excepciones y coordinar con las fuerzas federales solo cuando fuera necesario. En el medio, la campaña electoral y la tensión entre La Libertad Avanza y el PRO en CABA.
El operativo del 10 de abril de 2024 marcó un antes y un después. Ese día, el Polo Obrero, la UTEP y otros movimientos sociales intentaron cortar la 9 de Julio en reclamo de alimentos. En menos de media hora, la Policía porteña liberó la traza, con apoyo de las fuerzas federales que custodiaban puntos clave como el ex Ministerio de Desarrollo Social. Fue la última vez que una marcha logró copar esa avenida.
Desde entonces, los números oficiales muestran un cambio drástico: de las 1.723 manifestaciones e intentos de corte registrados desde diciembre, solo el 23% afectaron la circulación, y en el 75% de los casos intervino solo la Policía de la Ciudad.
Desde Nación aseguran que el protocolo fue el factor decisivo: “Desde que asumimos, no hay más piquetes permanentes. Lo que antes era cotidiano, ahora no pasa más”, sostienen desde el entorno de Bullrich. Y remarcan que el efecto se ve también fuera de CABA, como en Río Negro o en el Conurbano, donde antes cortar era rutina.
En Uspallata, en cambio, destacan la ejecución. “El protocolo fue importante, pero la que puso el cuerpo fue la Policía de la Ciudad. Acá hubo decisión política firme”, dijeron a Sección País. Y sumaron: “La diferencia con otras jurisdicciones es notoria”.
La vocera Laura Alonso fue más contundente: “Para que quede claro: la Ciudad fue la responsable. Las fuerzas federales intervienen solo ante objetivos federales. El resto lo manejamos nosotros”.
Jorge Macri lo resume en una frase: “El orden y el cumplimiento de la ley no se negocian”.
Bullrich responde con datos de aplicación federal.
Y en el fondo, la pregunta que nadie quiere contestar: ¿Quién sacó los piquetes… y quién se lleva el voto?
Milei defendió el equilibrio fiscal y anunció un proyecto para penalizar el déficit; la UBA está de paro; la Justicia confirmó 76 muertes por fentanilo contaminado, que podrían aumentar; y la economía sigue en modo "moonwalk".
El Gobierno recusaría al juez del caso fentanilo, el INDEC confirmó un repunte de la inflación y la Justicia congeló criptoactivos en la causa $LIBRA. En paralelo, venció el plazo para que Cristina Kirchner y otros condenados en Vialidad paguen el decomiso millonario, la oposición avanza en Diputados y crece la tensión por el cierre de listas en el peronismo.
El cierre de listas reacomodó el tablero político y reavivó tensiones. Mientras el Gabinete busca sostenerse en medio de rumores, el Gobierno endureció su política monetaria para contener al dólar. En paralelo, crece la presión social y política por el escándalo del fentanilo contaminado y la respuesta judicial sigue bajo fuerte cuestionamiento.