AySA logró superávit por primera vez desde 2007 y se prepara para la privatización

Gracias a la suba de tarifas y la baja del gasto, la empresa estatal de agua cerró 2024 con números en verde tras 16 años. Ya avanza en su reestructuración.

Economía y negocios23 de abril de 2025Sección PaísSección País
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La empresa estatal AySA alcanzó en 2024 su primer superávit operativo en 16 años, cortando una racha de déficits crónicos que obligaban al Tesoro Nacional a cubrir los agujeros financieros. Así lo informó oficialmente la compañía, que destacó que el resultado positivo fue posible gracias a la adecuación tarifaria, la mejora en la cobrabilidad y una baja en los gastos operativos.

Según los datos difundidos, los ingresos por servicios subieron 74,7% en términos reales, al pasar de $519.378 millones en 2023 a $907.353 millones en 2024, ajustados por inflación. En paralelo, los gastos de explotación cayeron de $690.063 millones a $638.116 millones, reflejando lo que AySA define como “una gestión más eficiente de los recursos”.

De pérdida a ganancia en un año

El cambio en la ecuación económica fue contundente. La utilidad bruta saltó de $145.796 millones a $446.104 millones y el resultado neto pasó de una pérdida de $382.859 millones en 2023 a una ganancia de $48.288 millones en 2024.

La empresa, que presta servicio en CABA y 26 municipios del conurbano bonaerense, destacó que por primera vez la tarifa cubre los gastos operativos ordinarios e inversiones, lo que le permitió independizarse de los fondos corrientes del Estado Nacional.

Camino a la privatización

En paralelo, AySA ya inició un proceso de reestructuración interna tras ser incluida como empresa sujeta a privatización en el proyecto de Ley Bases. En esa línea, confirmó que apunta a un modelo “eficiente, con inversores privados y presencia en los mercados de capitales”, bajo regulación de la Comisión Nacional de Valores (CNV).

Desde la compañía remarcaron que su sostenibilidad futura dependerá de reconocer el costo del capital y el pago de impuestos, tal como lo hacen las empresas reguladas. Y aseguraron que buscan optimizar su estructura, reducir costos y mantener la calidad del servicio con un esquema de inversiones sostenibles.

Después de años de números en rojo, AySA muestra resultados que le permiten encarar una nueva etapa. Pero ahora el desafío no es sólo económico, sino también político: transitar la transición hacia un modelo mixto sin dejar a nadie sin agua en el camino.

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