Con Milei en Lugano, Adorni se lanzó como “la voz del Presidente” en la Ciudad

Con bombos, militancia violeta y un megáfono con problemas de sonido, el presidente Javier Milei se metió de lleno en la campaña electoral porteña y acompañó este miércoles al vocero y candidato a legislador, Manuel Adorni, en un acto relámpago en Villa Lugano, uno de los bastiones libertarios en la Comuna 8.

“Adorni es Milei”, fue el mensaje que empapeló la zona y que el propio jefe de Estado ratificó desde la vereda de un local partidario en Delfín Gallo al 5700, en medio de un fuerte operativo de seguridad.

Una visita breve, un respaldo fuerte

El caos vehicular generado por la movilización de la CGT demoró más de una hora y media el arribo de la comitiva presidencial. Pero una vez en el lugar, Milei no escatimó definiciones: “Si quieren ver a una Argentina grande de nuevo, voten a Manuel Adorni. Él es mi voz en la Ciudad”.

La presencia de Karina Milei y referentes libertarios bonaerenses como Pilar Ramírez y Juan Pablo Arenaza, confirmó el peso político que el oficialismo nacional le otorga al desembarco legislativo en la capital.

“La última página del kirchnerismo”

Adorni, que dejó atrás su campaña virtual por unos minutos, agitó a la militancia y prometió que la elección del 18 de mayo será “el final del kirchnerismo”. A metros del escenario precario, se escucharon también mensajes internos, como la reversión de un cántico que La Cámpora usó contra Sergio Massa en 2013, ahora dirigido al expulsado Ramiro Marra: “No pasa nada si todos los traidores se van con Marra”.

Sin Caputo, con influencers

Entre los presentes estuvieron El Gordo Dan, El Gordo Pablo, Lucas Luna y Marilú Marini, en una escena más propia de un vivo de Carajo que de un cierre de campaña tradicional.
Santiago Caputo, figura clave del armado libertario, no se hizo presente, un día después del cruce con un fotógrafo en el Canal de la Ciudad.

El cierre

Tras 20 minutos, Milei firmó una de las paredes violetas del local y se retiró, dejando una foto clave para lo que viene: el Presidente abrazado a su delfín porteño, en un territorio donde el voto libertario busca consolidarse entre pasacalles del PRO, banderas de Evolución y una interna feroz con sello de traición.