Contratos, aviones y espías: el Gobierno de Milei bajo la lupa por sus vínculos con Scatturice

Política14 de julio de 2025Sección PaísSección País
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Desde que Laura Arrieta aterrizó en febrero en el Aeropuerto de Ezeiza en un jet privado con más de diez valijas sin declarar, el empresario Leonardo Scatturice acumuló contratos por más de $2.300 millones con el Estado nacional. En seis meses, sus empresas se consolidaron como proveedoras clave del gobierno libertario, con llegada directa a la Casa Rosada, la SIDE y el círculo de Donald Trump.

“De Scatturice conozco el nombre, pero si me pasa por al lado, no lo conozco”, declaró Javier Milei cuando estalló el escándalo.

Por qué importa

Scatturice es más que un empresario: su red conecta al oficialismo argentino con el aparato político estadounidense. Sus empresas —OCP Tech, Tactic, Flybondi y otras firmas bajo el paraguas de COC Global Enterprise— fueron contratadas por el Ministerio de Economía, la Procuración, la EANA y hasta la SIDE. La trama ya es investigada por la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA) y por la Bicameral de Inteligencia del Congreso.

Contratos millonarios

En pocos meses, el Ministerio de Economía adjudicó a OCP Tech al menos cuatro contratos:

  • $790 millones para proteger correos electrónicos.
  • $414 millones por servidores y mantenimiento.
  • $159 millones para videoconferencias y soporte técnico.
  • $984 millones de parte de la Agencia de Recaudación (ARCA), a cargo de Juan Pazo.

En paralelo, la Procuración General le otorgó licitaciones por más de u$s 3 millones. Y la SIDE firmó con Tactic Global un contrato de lobby por u$s10.000 mensuales, con fondos reservados, sin pasar por Cancillería ni el embajador en Washington.

La ruta del avión y las valijas

El caso estalló el 26 de febrero, cuando el jet Bombardier N18RU —propiedad de Scatturice— trajo a Laura Arrieta desde Opa-Locka, Miami. Ingresaron más de diez valijas, pero solo cinco fueron declaradas. La PIA abrió una causa por contrabando. El avión fue ocultado en el hangar de Royal Class, otra firma vinculada al empresario. Luego cambió de matrícula para borrar el rastro.

En las semanas previas y posteriores a ese vuelo hubo al menos seis viajes más. En todos los casos, la comitiva incluía ejecutivos de empresas contratadas por el Estado y referentes de la ultraderecha estadounidense.

Scatturice, SIDE y lobby internacional

El contrato entre Tactic Global y la SIDE fue firmado por el secretario de Inteligencia, Sergio Neiffert, y Soledad Cedro, referente de CPAC Argentina y lobbista registrada en FARA. El diputado Rodolfo Tailhade denunció que el acuerdo es “una pantalla para triangular fondos” y encubrir relaciones irregulares con la inteligencia norteamericana.

“Resulta incomprensible que la relación de Milei con Trump configure una cuestión concerniente a la inteligencia estatal y a una empresa privada estadounidense”, dijo Tailhade.

Flybondi y el negocio aéreo

En paralelo, Scatturice se convirtió en accionista mayoritario de Flybondi, desplazando a Cartesian Capital. Desde allí busca habilitar rutas a EE.UU. con lobby gestionado por Forward Global, otra firma ligada al trumpismo. El costo del servicio: u$s10.000 mensuales, el mismo que cobra Tactic por representar a la SIDE.

Fuentes aeronáuticas aseguran que la red de empresas vinculadas al empresario opera “como una embajada paralela”, sin controles, con protección política y presencia constante en Casa Rosada.

Relaciones peligrosas

Scatturice mantiene vínculos con Santiago Caputo, el operador más influyente del Gobierno. Fue anfitrión de una comitiva oficial en Miami, participó de reuniones en la Casa Rosada y sus vuelos trajeron a referentes clave de la ultraderecha estadounidense, como Matthew Schlapp y Robert Citrone.

Los antecedentes del empresario

Investigado en el pasado por vínculos con la SIDE, exsocio de Fernando Pocino y enfrentado con Jaime Stiuso, Scatturice construyó una red de sociedades en EE.UU., Panamá y Argentina. En 2012 fue denunciado en la causa “Dark Star” por supuestas maniobras de inteligencia paralela.

Una arquitectura en la sombra

Scatturice no es un proveedor más. Es parte de un entramado político, empresarial y diplomático que conecta contratos opacos, vuelos privados, fondos reservados y relaciones con Washington. Una red que opera entre los sótanos de la inteligencia y las alturas del poder.

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