Musk baja los precios de Starlink en Argentina y Milei capitaliza el gesto en plena campaña

La Casa Rosada lee la medida como un guiño político y la usa para reforzar su discurso pro-tecnología; la oposición relativiza y advierte que el impacto real dependerá del bolsillo y de reglas claras.

Economía y negocios04 de octubre de 2025Sección PaísSección País
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La rebaja que aplicó Starlink en Argentina reavivó la pulseada política en torno a la conectividad. En la Casa Rosada interpretan el movimiento como un respaldo explícito a Javier Milei: menos costo de entrada para el equipo y abonos promocionados durante seis meses que, según el oficialismo, ayudan a masificar internet satelital donde la fibra y el 4G no llegan o llegan mal.

En los hechos, la compañía de Elon Musk recortó el valor del kit Starlink Mini de $189.000 a $151.200 y lanzó planes con precio reducido por un semestre: el itinerante de 50 GB quedó en $44.100 por mes (luego $63.000) y el itinerante ilimitado en $87.500. El Ejecutivo vende la novedad como una señal de confianza y una oportunidad de cobertura para la “Argentina profunda”, justo cuando la agenda de obra pública está bajo ajuste y cada iniciativa privada que promete cerrar brechas digitales se vuelve capital político.

La oposición relativiza el impacto y advierte que la expansión real dependerá de ingresos familiares, estabilidad de precios y reglas claras para el sector. En esa lectura, una baja agresiva de Starlink puede leerse menos como un “alineamiento” con el Gobierno y más como una jugada comercial en un mercado con demanda insatisfecha y competencia en puerta, con el Proyecto Kuiper de Amazon acelerando su despliegue global.

Para Milei, el timing es funcional: llega tras semanas de tensión financiera y en la previa de actos y presentaciones donde el Presidente busca reimpulsar su narrativa pro–tecnología y desregulación. La señal también dialoga con el mensaje hacia gobernadores e intendentes: si el Estado reduce su rol inversor, el privado puede ocupar terreno… siempre que el marco regulatorio no estorbe.

Del lado empresarial, la estrategia es clara: abaratar el hardware para bajar la barrera de entrada, construir base de usuarios con tarifas promocionadas y fidelizar con cobertura efectiva en zonas rurales y periurbanas. Con más de 7.500 satélites activos a nivel mundial, Starlink compite por volumen y velocidad de despliegue; Argentina es un mercado donde esa promesa puede traducirse en adopción rápida si el bolsillo acompaña.

En el plano político, el Gobierno se anota un “gesto” en medio de la campaña y lo convierte en relato de modernización. La verificación llegará después: cuando se vea cuántos nuevos hogares y pymes se conectan, cuánto mejora la latencia fuera de las capitales y si la rebaja se sostiene en el tiempo. Ahí se medirá si el guiño fue, además, una apuesta efectiva.

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