Caputo y Delfina Rossi cruzaron acusaciones en X por la recompra de deuda y el rol de JPMorgan

La directora del Banco Ciudad cuestionó posibles conflictos de interés en la operación “Deuda por Educación”. El ministro defendió el esquema, dijo que “lo hace por la patria” y apuntó contra la trayectoria pública de Rossi. El debate reabrió la discusión sobre experiencia privada y transparencia en la gestión.

Política21 de octubre de 2025Sección PaísSección País
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El ministro de Economía, Luis Caputo, y la directora del Banco Ciudad, Delfina Rossi, protagonizaron un tenso cruce en X a raíz del anuncio oficial de la operación “Deuda por Educación”, que prevé recomprar bonos soberanos y reemplazarlos por financiamiento a tasas más bajas con asistencia de organismos y del banco colocador designado, JPMorgan.

Rossi abrió el intercambio con una crítica sobre posibles conflictos de interés: “1° acto: Caputo trabaja en el JP Morgan; 2° acto: Caputo, ya ministro, toma una deuda impagable; 3° acto: Caputo, ministro nuevamente, anuncia que recompra esa deuda con ‘asistencia’ del JP Morgan… ¿Qué nombre le ponemos a esta obra?”. Caputo replicó con dureza: dijo que podría ganar “diez veces más” en el sector privado, que trabaja “por la patria” y que dos de sus hijos “trabajan gratis” para ayudarlo. Luego apuntó contra Rossi: “Trabajás por acomodo… para chorear un sueldo que no te merecés. Como siempre lo hizo tu padre”.

El trasfondo de la disputa es la iniciativa comunicada por la Secretaría de Finanzas: la “Deuda por Educación” busca bajar el costo de financiamiento recomprando títulos en el mercado y sustituyéndolos por crédito más barato, con el compromiso de volcar los ahorros a inversión educativa de largo plazo. El banco designado para asistir es JPMorgan.

Según Salvador Vitelli (Romano Group), la deuda soberana en moneda extranjera tiene un valor de mercado estimado en USD 56.800 millones (USD 117.920 millones a valor nominal: USD 92.095 millones de capital y USD 25.825 millones de intereses), con una paridad promedio de 61,8%. El Gobierno sostiene que el canje mejoraría el perfil de vencimientos y blindaría recursos para educación.

Como antecedente, en 2024 Costa de Marfil aplicó un esquema similar con apoyo del Banco Mundial para canjear deuda cara por un préstamo concesional, destinando los ahorros a infraestructura escolar. Para Economía, ese ejemplo prueba que la herramienta puede alinear sostenibilidad de deuda con inversión social; para los críticos, la clave pasa por la transparencia del proceso, la elección del banco asesor y la trazabilidad de los fondos prometidos para educación.

El intercambio Caputo–Rossi, que rápidamente escaló en redes, cristalizó esa tensión: ¿hasta dónde la experiencia previa en finanzas agrega capacidad técnica y hasta dónde puede exigir salvaguardas adicionales de integridad y rendición de cuentas? La disputa quedó instalada en plena antesala electoral, con la operación aún en fase de diseño.

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