Álvarez Agis propuso crear un “impuesto al efectivo” y Milei lo tildó de "ladrón"

El economista planteó gravar retiros de dinero para reemplazar el Impuesto al Cheque e incentivar pagos digitales, lo cual fue desestimado por el Presidente. El viceministro de Economía, José Luis Daza, advirtió que la idea “desestabiliza” al sistema y castiga a los más pobres.

Economía y negocios10 de noviembre de 2025Sección PaísSección País
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El economista Emmanuel Álvarez Agis propuso crear un tributo que grave la extracción de efectivo —de hasta 10% sobre el monto retirado— en reemplazo del Impuesto al Cheque, con el objetivo de empujar la formalización vía medios de pago digitales. “Hay que cobrar un impuesto al efectivo de manera tal que el consumidor induzca al comercio a blanquearse; voy al cajero, pongo $1.000 y salen $900”, sostuvo el ex número dos del Palacio de Hacienda.

La iniciativa desató una respuesta inmediata de Javier Milei. En X, el Presidente tildó a Álvarez Agis de “Kirchnerista = ladrón” y aseguró que la propuesta implica “robarte el 10% de tus ingresos que destines al consumo”. También reprochó que “jamás piensan en achicar el gasto sino sólo en cómo recaudar más”.

Desde el oficialismo se sumaron críticas. El viceministro de Economía, José Luis Daza, calificó el esquema como “tóxico y destructivo” y enumeró riesgos: “Desestabiliza el sistema bancario, castiga especialmente a los más pobres (usan más efectivo), desincentiva la bancarización, fomenta la evasión ‘creativa’ e incentiva la compra de dólares para guardarlos ‘bajo el colchón’”. Daza planteó, además, que un gravamen así abriría la puerta a subas discrecionales: “¿Quedará en 10% o por qué no 20%, 30%… 90%?”.

Álvarez Agis defendió su borrador al señalar que el cambio sería “presión tributaria neutra” a nivel agregado: se eliminaría el Impuesto al Cheque —que “penaliza a la economía formal”— y se trasladaría el costo al uso de efectivo, “bajando la carga al universo formal y encareciendo la informalidad”. Según su planteo, el “palo y zanahoria” buscaría que los consumidores exijan pagar con medios digitales y que los comercios se formalicen.

El cruce reaviva la discusión sobre cómo combatir la informalidad y a la vez sostener la recaudación. Mientras el Gobierno insiste en recortar gasto y avanzar con reformas laborales y tributarias, el debate sobre el uso de efectivo, la bancarización y los incentivos impositivos vuelve a quedar en el centro de la agenda.

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