El Frente Renovador vuelve a amenazar con alejarse del Gobierno

Cansados de esperar la "reorganización" del gobierno que Alberto Fernández había acordado con Sergio Massa durante el viaje que compartieron a Los Ángeles, el Frente Renovador amenaza con alejarse del Gobierno.

En este sentido, los principales dirigentes del espacio que lidera Massa empujan la convocatoria a un congreso partidario para el 15 de julio en Mar de Plata. La idea es que allí se debata la continuidad del FR en la coalición, en función de un eventual compromiso del presidente a generar o garantizar cambios profundos en el gabinete y el rumbo de la administración.

El endurecimiento del massismo sorprendió este martes porque el titular de la Cámara de Diputados había sido parte de la delegación que acompañó a Alberto a la Cumbre de las Américas, donde Massa aprovechó la oportunidad para plantearle al mandatario su idea sobre la necesidad de "repensar el gobierno" más allá del "cambio de nombres" en el Ministerio de Desarrollo Productivo.

Sin embargo, desde el FR advirtieron que la "falta de reacción" de Fernández y su gabinete ante las demandas de Massa y de Cristina Kirchner, y el rechazo presidencial a conformación de una mesa nacional del Frente de Todos que le dé un "orden político" a la coalición de gobierno y permita la creación de un ámbito para "discutir el tema de la inflación", llevó al massismo a reclamarle un endurecimiento a su propio jefe.

Si bien los voceros rechazaron la posibilidad de que vaya a producirse una ruptura formal del FDT, no descartan que en el congreso de Mar del Plata se le pida a Massa que renuncie a la presidencia de la Cámara baja para “que tenga más tiempo para hacer política en el territorio”. Ese es el camino que tomó Máximo Kirchner: asumió en el PJ bonaerense y tomó distancia de la actividad legislativa.

La convocatoria había sido originalmente para el 23 de abril pasado, pero el propio Massa la desactivó cuando supo que varios referentes bonaerenses del espacio le propondrían retirarse del Frente de Todos ante la interna entre Alberto Fernández y su vicepresidenta. Ahora, el malestar se intensificó y el exintendente de Tigre no sólo no frenó el llamado sino que tampoco desalentó las críticas al Gobierno que surgieron desde su propia fuerza.