Ataque a CFK: el PRO defiende a Milman y los K piden "explicaciones"

El bloque del PRO en Diputados respaldó a su vicepresidente, Gerardo Milman, ante las acusaciones sobre su supuesta complicidad en el fallido atentado a Cristina Kirchner, que consideraron "infundadas". En tanto, desde el kirchnerismo, el senador Oscar Parrilli advirtió que Milman "no es Blanca Nieves" y consideró que debe "dar explicaciones" ante la Justicia.

“Rechazamos las acusaciones infundadas contra el vicepresidente del bloque de la Cámara de Diputados, Gerardo Milman”, expresaron desde el PRO a través de un comunicado. 

Además, cargaron contra el Gobierno: "Desde que ocurrió el atentado a la vicepresidente, el oficialismo ha estado intentando vincular a los responsables materiales de este hecho de suma gravedad institucional con espacios políticos de la oposición y con el periodismo".

 “Acusar de esta manera, con rumores, para generar sospechas, afectando el buen nombre y honor de un representante destacado de la oposición, es un golpe bajo a la credibilidad de la instituciones de la República”, manifestaron.

Y concluyeron que "confiamos en el trabajo de la Justicia para el esclarecimiento del caso y que se investigue con celeridad a los verdaderos responsables".

Mientras tanto, el senador Oscar Parrilli dijo que hay "demasiados elementos" para iniciar una investigación, teniendo en cuenta que –supuestamente– Milman tenía contacto con la agrupación Revolución Federal.

En conversación con El Destape Radio, el extitular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) opinó que Milman “tiene que dar explicaciones”. "Son demasiados los elementos para que la Justicia lo investigue", planteó.

Además, dijo que "el discurso de Milman siempre fue violento" y que "no es Blanca Nieves" y que permanentemente cuestionaba la cantidad de personas dedicadas a la custodia de la vicepresidenta.

Cabe recordar que el diputado macrista fue señalado por un asesor del diputado kirchnerista Marcos Cleri, que manifestó ante la jueza María Eugenia Capuchetti -a cargo de la causa- que escuchó al dirigente decir en un bar cerca del Congreso que "cuando la maten, yo voy a estar en la Costa", dos días antes del intento de magnicidio contra Cristina Kirchner.