
Un triunfo oficialista que nadie midió, la Boleta Única que desarmó vicios del Conurbano, el boomerang del desdoblamiento, la pulverización de la “tercera vía”, el reordanamiento de la interna libertaria y un lunes económico que exige más que épica.
Luis Gasulla
Nunca antes un Presidente les dijo tantas verdades a toda la clase política, dirigente, sindical y empresaria de la Argentina. Increíblemente, luego de cantarles las 40, les ofreció el Pacto de Mayo. Internamente, Javier Milei, sabe que es contradictorio que los jinetes del fracaso, los que hicieron del gasto y el despilfarro una forma de gobernar, firmen y cumplan ese pacto.
Les habló de "orgía de gasto público", les recordó que solo iban 82 días de gobierno y que recibió la peor herencia de la historia de la economía argentina. Un país devastado que solo tiene dos opciones: Ser potencia o disolverse definitivamente. Gran parte de la sociedad argentina se convenció que no se puede seguir más así; esto es, continuar transitando un tobogán hacia ninguna parte. El voto a Milei se explicó por el hartazgo y, a su vez, la contradicción de volver a ser un país grande en el que las clases medias puedan progresar.
La sangría debe terminar.
Milei apeló a datos certeros, chicanas como las de los 30 mil muertos pero de verdad, propuestas que deberían entusiasmar a Macri, Bullrich y a los Lilitos pero terminó convencido que la razón es más fuerte que la locura. Si lo hubiese dicho Larreta lo estarían atacando los mismos que elogiaron a Javier Milei. Es que es obvio que no se puede gobernar y cambiar al país solo en redes y con decretos que la justicia terminará frenando. Se necesita de la casta aunque la detestemos. El problema es qué se les ofrece a los cómplices del fracaso, a los ladrones de ayer, hoy y siempre.
Esa es y será la gran discusión.
¿Se puede aceptar a los jinetes del fracaso dentro de las fuerzas del cielo? Está claro que nunca estarán pero ¿y si se convirtiesen en Sciolis?
Milei habló de una salida del cepo cada vez más próxima y enumeró las propuestas anticasta antes de llamar a una especie de Gran Acuerdo Nacional. Los dejó en off side. La cara de Axel Kicillof lo dijo todo.
¿Quién podría oponerse a eliminar las jubilaciones de privilegio, la avivada de las millas, las elecciones libres en sindicatos y modificar la financiación de los partidos políticos? Solo lo harán los que están sucios.
Nunca antes las cosas estuvieron tan claras.
Nunca antes el futuro es tan incierto y complejo.

Un triunfo oficialista que nadie midió, la Boleta Única que desarmó vicios del Conurbano, el boomerang del desdoblamiento, la pulverización de la “tercera vía”, el reordanamiento de la interna libertaria y un lunes económico que exige más que épica.

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Un artículo de Financial Times reveló que la administración de Donald Trump estudia alentar que más economías adopten el dólar; el economista Steve Hanke dijo al diario que mantuvo reuniones con funcionarios sobre el tema. El interés coincide con el renovado apoyo de Estados Unidos al plan económico de Javier Milei.

El ajuste rige desde este mes y se complementa con un cambio operativo: la medición para clientes residenciales y pequeños consumos dejará de ser bimestral y pasará a mensual, con un período de transición y planes de pago sin intereses.

En su primera gira europea tras el triunfo legislativo de LLA, el ministro de Desregulación defendió una reforma laboral que “federalice” las paritarias y priorice acuerdos por empresa sobre convenios nacionales; evitó polemizar con Macri y aseguró que las inversiones llegarán “cuando hagamos las cosas bien”.

El Presidente hablará el jueves 6 en el Kaseya Center y asistirá a la cumbre conservadora CPAC esa misma noche. Viaja con Karina Milei, Luis Caputo y el canciller Pablo Quirno. En la Casa Rosada admiten que el encuentro con Trump luce “muy difícil”; con Messi está descartado por cuestión de horas.

Mientras ordena su salida del Poder Ejecutivo, la ministra Seguridad ya trabaja en su aterrizaje en la Cámara alta: avisó a Ezequiel Atauche que lo reemplazará, sumó a Carmen Álvarez Rivero al bloque y activó gestiones por despacho. La presidencia provisional queda descartada. En el horizonte, una relación fría e institucional con Victoria Villarruel.



