La vicegobernadora de Mendoza se acerca a Milei y prepara su pase a LLA

La vicegobernadora de Mendoza, Hebe Casado, acelera su acercamiento a La Libertad Avanza y se prepara para dar el salto a las filas mileístas, con el respaldo de su jefa política, Patricia Bullrich.

Casado, afiliada al PRO y actual número dos del radical Alfredo Cornejo, es una ferviente seguidora de Javier Milei y Donald Trump.

En las últimas horas se mostró con una gorra roja con la frase Make Impsa Great Again, en alusión a la privatización de la empresa mendocina IMPSA, la primera venta estatal del gobierno de Milei.

Su pase a LLA es "cuestión de tiempo", según admitieron en el sector de Bullrich, aunque por ahora sigue trabajando junto a Cornejo, uno de los principales líderes de la UCR.

Casado, Bullrich y el eje con Karina Milei

La vicegobernadora dejó en claro su distancia con Mauricio Macri: "No entiende cuál es su rol", lanzó en una reciente entrevista con Infobae.

En enero, estuvo junto a Bullrich en una reunión con Karina Milei en la Casa Rosada, lo que alimentó las especulaciones sobre su salto definitivo a La Libertad Avanza.

La ministra de Seguridad todavía no oficializó su pase, pero su estructura política ya se mueve en sintonía con el mileísmo: sus legisladores bonaerenses y porteños ya se pasaron a las filas libertarias.

La movida que inquieta al PRO

El pase de Casado a LLA profundizaría la fuga de dirigentes PRO hacia el gobierno de Milei, una tendencia que preocupa a Macri.

En la interna libertaria, la jugada confirma el peso de Karina Milei y Bullrich, que buscan fortalecer su alianza y consolidar un polo de poder dentro del oficialismo.

LLA sigue vaciando al PRO: Bullrich y Karina Milei avanzan con más pases

Este mismo esquema ya generó tensiones en el cierre de listas en Santa Fe, donde la jefa de Gabinete presidencial y Bullrich le marcaron la cancha a Santiago Caputo, principal operador político del Presidente.

Con las PASO eliminadas en Mendoza y un año electoral en marcha, el pase de Casado a LLA podría ser solo una cuestión de tiempo. En el PRO y la UCR siguen de cerca sus movimientos, conscientes de que cada dirigente que se suma a los libertarios debilita aún más la estructura opositora.