
Ficha Limpia: ya estarían los votos en el Senado y crece la presión para que se trate
Con el respaldo de 37 senadores, la iniciativa que busca impedir candidaturas de condenados quedaría lista para ser ley si se convoca a sesión.
La diputada santafesina pasó de arrasar en 2023 a un 2025 cuesta arriba. Busca diferenciarse con golpes mediáticos y alianzas dispersas.
Política25 de marzo de 2025En apenas dos años, Amalia Granata pasó de consolidarse como fuerza propia en la política santafesina a pelear por no desinflarse en las encuestas. En 2023 metió siete bancas y arañó los 350 mil votos, con un discurso libertario avant la lettre. Pero en 2025, el escenario cambió: La Libertad Avanza ya tiene sello propio, Maximiliano Pullaro capitaliza gestión y los números no acompañan. Las encuestas hoy la ubican entre 5 y 8 puntos.
Granata supo aprovechar el viento de la antipolítica en 2023, aun sin bendición formal de Milei. Pero ahora, con La Libertad Avanza ya anotada como partido en Santa Fe, los libertarios se lanzaron por cuenta propia. “Si Coca Cola está en la góndola, nadie va a elegir Manaos”, repiten desde el entorno de Romina Diez, la armadora oficialista en la provincia.
Granata intentó recomponer vínculos con Milei a través de Santiago Caputo, con quien su pareja y armador Leonardo Squarzon mantiene contacto fluido. Incluso se especula con que la consultora de Caputo colaboró en anteriores campañas de la mediática. Pero Karina Milei la bajó del radar, e incluso intentó dejarla sin sello.
El otro frente complicado es Maximiliano Pullaro. En la Casa Gris aseguran que muchos votantes compartieron boleta en 2023: gobernador Pullaro, diputada Granata. Pero en 2025, con los dos jugando en la misma categoría, el electorado parece inclinarse por el mandatario radical, sobre todo tras un primer año de gestión que, según miden en Unidos, cumplió expectativas.
Granata, que en campaña pasada hasta defendió a Pullaro frente a Carolina Losada, ahora lo apunta sin filtro: “Se quiere llevar puesta la Constitución y la provincia”, lanzó. Su estrategia es clara: más polémica, más exposición, menos territorio. Apostó todo a los medios porteños y a picantear fuerte. Una suerte de Lilita Carrió con tonada santafesina.
Sin despliegue territorial, la campaña se enfoca en los grandes centros urbanos, con énfasis en la capital provincial, donde busca seducir al universo estatal con su rechazo frontal a la reforma previsional. La estrategia es pescar en varias peceras, confiando en que los libertarios todavía no tienen candidatos conocidos.
Granata se mueve con un equipo chico pero leal: Squarzon, el diputado Emiliano Peralta, y María del Luján González, secretaria del bloque, hoy su mano derecha tras la salida de Daniel Machado, corrido tras fotos en actos K. En el segundo anillo aparecen Silvia Malfesi (Partido Libertario), Juan Argañaraz (Inspirar) y Lucila Lehmann (Coalición Cívica).
En Santa Fe y Rosario, los candidatos también empujan. La semana pasada, Granata compartió un desayuno con empresarios organizado por Maximiliano Bagilet, y sumó actividades con Eugenio Malaponte, otro de sus postulantes.
A pesar del bajón en las encuestas, cerca suyo hay una luz de esperanza: “Nadie del aparato de Caputo le pega a Amalia. Solo el entorno de Romina Diez”, se ilusionan. En tiempos de guerra libertaria, el silencio puede ser una bendición.
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