Los pliegos de Lijo y García-Mansilla tambalean en el Senado y crece la presión a Milei

Aliados del Gobierno reclaman suspender la sesión del jueves si no hay votos. Villarruel no moverá un dedo sin orden presidencial.

Política28 de marzo de 2025Sección PaísSección País
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A una semana del tratamiento de los pliegos para la Corte Suprema, el escenario en el Senado se volvió un campo minado para Javier Milei. El oficialismo insiste en llevar al recinto las designaciones de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, pero la cuenta de votos no cierra, los aliados están inquietos y la vicepresidenta Victoria Villarruel ya avisó que no habrá marcha atrás... salvo que lo ordene el Presidente.

La sesión fue convocada para este jueves a las 14. Si el peronismo logra asistencia perfecta —algo que, por ahora, promete— habrá quórum y los pliegos podrán tratarse. El problema para el Gobierno es que el rechazo está a la vuelta de la esquina: alcanza con 25 votos negativos para hacerlos caer, y en el Congreso hay varios dispuestos a darle ese golpe a Milei.

Radicales y federales, en pie de guerra

Los bloques aliados —la UCR y Provincias Unidas— advirtieron que no hay clima para aprobar los nombramientos. Piden, como mínimo, suspender la sesión hasta tener una señal clara de que los pliegos pueden pasar. El radicalismo llegó a proponer directamente que se retiren. Milei se negó, y Villarruel, que no quiere cargar con la derrota, no hará nada sin una orden explícita.

“Dimos tres semanas para negociar. Nada va a cambiar si lo postergamos otros siete días”, repiten cerca de la vice.

En el radicalismo hay desconcierto: 10 senadores todavía no se pronunciaron, temen pagar el costo de votar en contra y quedar afuera de futuras negociaciones judiciales. Desde la Casa Rosada ya se hizo saber que quien rechace los pliegos no tendrá margen para proponer jueces ni fiscales.

El bloque peronista, entre la presión y el sigilo

Unión por la Patria garantiza quórum con sus 34 senadores y, según estimaciones internas, entre 8 y 14 podrían votar a favor de Lijo. Cristina Fernández de Kirchner, que en su momento había negociado en silencio, ahora pide directamente rechazarlo. El motivo: Lijo no sólo fue nombrado por decreto, sino que, una vez designado, la Corte le negó la licencia para asumir, con el aval de García-Mansilla, Rosatti y Rosenkrantz.

El dato clave: si la oposición más dura no logra juntar 25 rechazos, Lijo podría ser aprobado con mayoría simple.

El misterio de Convicción Federal

El cuarteto de senadores de UP que armó su mini-bloque, Convicción Federal, sigue en el interbloque peronista pero coquetea con la Casa Rosada. No tienen decidido ausentarse ni votar en contra. Son el comodín de la sesión. Los federales no son los únicos que generan suspenso: Guadalupe Tagliaferri, Carolina Losada, Pablo Blanco y Lousteau ya avisaron que estarán presentes, y podrían inclinar la balanza en contra.

¿Un pliego testimonial?

Mientras el pliego de Lijo aún tiene chances, García-Mansilla parece destinado al fracaso. A pesar de haber sido nombrado por decreto, su pliego podría ser rechazado sin miramientos. Sin embargo, el Gobierno ya anticipó que no le pedirá la renuncia si eso ocurre.

En Balcarce 50 mandan señales cruzadas. Santiago Caputo —operador judicial del Presidente— dejó trascender su malestar con la altanería de Lijo, a quien había aceptado por sugerencia de Ricardo Lorenzetti. Aun así, insiste en llevar la votación al recinto. “A todo o nada”, es la consigna.

El jueves, en el Senado, Milei no sólo se juega dos nombres: arriesga la autoridad de su palabra. Y la de Villarruel.

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