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Se trata de Juan Manuel Gestoso Presas, implicado en un intento de destrucción de registros de nacimientos. Asumirá el 1° de junio como subdirector de Auditoría y Control.
Política28 de mayo de 2025Victoria Villarruel firmó el decreto y lo hizo oficial: Juan Manuel Gestoso Presas será desde el 1º de junio el nuevo subdirector general de Control de Auditoría y Gestión del Senado. El nombre no pasó desapercibido entre quienes siguen de cerca las designaciones de la vicepresidenta: Gestoso fue procesado por ordenar destruir libros con registros de nacimientos en el Hospital Militar de Salta, en plena investigación por crímenes de lesa humanidad.
El episodio ocurrió en 2008. Dos libros con anotaciones entre los años ‘70 y ‘90 aparecieron en el lavadero del hospital. Según la causa, el entonces director Carlos Tozzeto Arias se los entregó a Gestoso Presas, quien instruyó al capitán Silvio Manino para que los quemara. Manino desobedeció y los conservó. Tiempo después, entregó los documentos al Ministerio de Defensa, que estaba a cargo de Nilda Garré, y se inició una causa judicial.
Aunque el Tribunal Oral Federal de Salta los sobreseyó en 2014 por prescripción, los fiscales habían planteado que la orden de destruir ese material podría considerarse un delito vinculado a crímenes de lesa humanidad. El fallo no negó los hechos, pero sostuvo que no encuadraban en ese tipo penal. Gestoso y Tozzeto fueron pasados a retiro.
Hoy, Villarruel lo premia con un cargo clave en el control administrativo del Senado. Según pudo reconstruir Noticias Argentinas, el expediente de designación circuló con “pedido de reserva” días antes de ser oficializado por el decreto 0306/25.
Gestoso no es el único con pasado en inteligencia cercano a la vicepresidenta. Su círculo de confianza incluye a Claudio Gallardo, ex hombre fuerte de la inteligencia militar durante la gestión de César Milani. La afinidad con ese mundo no parece casual.
Ni el Senado ni la Vicepresidencia brindaron declaraciones sobre la designación. Desde el entorno de Villarruel se limitaron a remarcar su “confianza en el profesionalismo” del designado.
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