El cura militante y el falso periodista no entienden el "cambio de época"

Análisis y opinión 10/12/2023 Luis Gasulla Luis Gasulla
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Javier Milei asumirá este mediodía la Presidencia de la Nación hablando de un "cambio de época". En ese contexto, le propondrá a la sociedad argentina ajustarse los cinturones ante la promesa de un futuro esperanzador y libre. Esos vientos de cambio no serían solo económicos y financieros sino también culturales, sociales y comunicacionales. 

Es la otra gran batalla que deberá dar el gobierno de Milei, la que no se animó o no supo dar la gestión de Mauricio Macri. Los libertarios parecen más decididos con un nuevo léxico y un relato seductor para los jovenes que cuestiona, directamente, el corazón del verso kirchnerista. Del feminismo a los pueblos originarios pasando por los años 70 y la reivindicación a una lucha por los derechos humanos que terminó prostituyéndose cuando Hebe de Bonafini recibió 1296 millones de pesos para construir viviendas y terminaron, en más de 200 millones de pesos de hace 10 años, en los bolsillos personales del entorno de la Madre de Plaza de Mayo. 

El caso del padre o supuesto cura Francisco "Paco" Olveira es similar. Con la excusa de sacar a los niños de la pobreza se armó una Fundación "Isla Maciel" y una Asociación "Pibes" que recauda fondos públicos y donaciones internacionales. La plata de afuera, luego de chamuyos de todo tipo, terminaría en una cuenta personal de la hermana del cura radicada en España, pues Paco llegó de Málaga a la diócesis de Avellaneda. Allí fue expulsado en el 2018 por su postura pro aborto enfrentándose con el Papa Francisco. 

Al igual que Hebe, por algo la Madre siempre apadrinó al cura militante, Olveira ofrece discursos político partidarios, da misas por Palestina en medio de los ataques terroristas de Hamas y participa de piquetes en Lago Escondido para escrachar a los "amigos de Macri". Olveira fue un paso más allá y, como si fuese Dady Brieva, pidió coherencia a los votantes de Milei y les advirtió que ni se les ocurra pisar un comedero. La discriminación fue olvidada por un militante disfrazado, con total impunidad, de periodista. No se puede ser buen comunicador si sos una mala persona. ¿Qué persona de bien haría la vista gorda ante la discriminación a los pobres que no piensan como "deberían pensar"? ¿Quién se cree que es el cura y el falso periodista para creerse dueños de la verdad?

El kirchnerismo, como sentenció Jorge Lanata, desaparece los hechos. Inventa un relato. El militante que se abrazaba con Cristina Kirchner en el Instituto Patria, luego de causas como Hotesur y La Ruta del Dinero K, entrevistó en una radio financiada por la corrupción al falso cura. Se llama Borroni. Viene de la escuela de Víctor Hugo, las falsas batallas culturales contra poderosos que no son y una ensoñada división social en la que dice representar a los "buenos" y los demás, seríamos los "malos" de la película. Mataron al mensajero, en este caso, el periodista -quien escribe estas líneas- que se metió en la mugre de Olveira en las olvidadas calles del barrio Libertad en Merlo. Seguramente desde Palermo Soho no se ve la pobreza del conurbano profundo pero sí es grato hablar y "enseñar" a votar a los pobres. Hablaron de una cuenta en Suiza que jamás nadie mencionó. O el militante es tonto o cínico. Me inclino por lo segundo. 

Es la lógica de los que intentaron voltear la causa de la ruta del dinero K. Hacer periodismo de investigación del periodista de investigación. De los hechos puntuales, no le preguntó nada. Olveira es K pero podría ser libertario o macrista. Es lo que no entiende el falso periodista. Se lo investigó por lo que hizo, no por su procedencia política. Y lo que hizo es grave o sospechoso, al menos. De hecho, ya está denunciado en la justicia. 

En el 2011, en total soledad, comencé a investigar a Sueños Compartidos. El negocio de los Derechos Humanos no fue un mito. Existió. El tiempo me dio la razón. Los Borroni de la vida, siempre terminan en una costosísima anécdota para todos los argentinos que pagamos nuestros impuestos. Los Paco siguen haciendo negocios mientras evangelizan con los "Santos" Libros de Perón y de Cristina.