Pedro Sánchez

El gobierno de Pedro Sánchez nombró a Joaquín María de Arístegui luego de amagar con romper relaciones tras la crisis de mayo.

El presidente respondió con dureza a su par brasileño, que le había exigido que se disculpara por sus comentarios. “Es más importante los intereses de los argentinos y los brasileños que el ego inflamado de algún zurdito”, dijo el libertario.

En la previa de su viaje a España, el Presidente acusó a su par español de "impulsar un plan contra los medios independientes que investigan la corrupción de su esposa".

"[Sánchez] encontró las palabras correctas y creo que las palabras del presidente argentino se valoran por sí mismas", sostuvo el alemán

El Presidente respaldó a un comunicador que denunció una supuesta persecución de la administración española. Además, apuntó contra los periodistas de "la progresía" argentina: "Son todos cómplices del socialismo autoritario".

El diputado habló además de la situación judicial de Espinoza y de su relación con el gobernador, Axel Kicillof.

El mandatario nacional respondió así a cánticos de los militantes contra el español Pedro Sánchez.

El presidente volvió a cruzar a los legisladores luego de la sesión en la que la oposición avanzó con la suba del presupuesto universitario.

El canciller español confirmó que la diplomática no volverá a Buenos Aires. Milei dijo que Sánchez "está haciendo una papelón internacional" y "está quedando como un ridículo". Alberto Fernández pidió "asistencia psicológica" para su sucesor.

El Presidente le subió el tono a la pelea con el mandatario español y dijo no le pedirá disculpas. También se refirió a Cristina Kirchner y el escándalo de los comedores.

El Presidente sumó un conflicto diplomático grave por una excursión que poco tuvo que ver con los intereses del país.

Un diputado español convocó a una marcha contra el presidente y habló de supuestos actos de corrupción vinculados a Karina Milei.