Un juez en problemas

Federico Villena fue uno de los jueces que, durante el gobierno de Alberto Fernández, fantaseó con entregarle al kirchnerismo la cabeza de Mauricio Macri. Pero su plan fracasó y ahora la Justicia le pide explicaciones. Por qué.

Política 26 de marzo de 2024 Camilo Cagnacci Camilo Cagnacci
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El titular del Juzgado Federal 1 de Lomas de Zamora, Federico Villena, está en problemas. Un fallo reciente de la Cámara Federal porteña, que lleva las firmas de los jueces de la Sala II Mariano Llorens, Eduardo Farah y Pablo Bertuzzi, lo puso contra las cuerdas por su accionar en la causa por presunto espionaje ilegal durante el gobierno de Cambiemos.

Se trata del expediente que en plena pandemia amagó con llevarse puesto al propio Mauricio Macri, llegó a tener 22 detenidos y tuvo procesados a ex directivos de la AFI como jefes de una asociación ilícita dedicada a realizar tareas de inteligencia ilegal cuya existencia luego fue descartada por la Cámara, que puso el foco sobre el "cuentapropismo" desplegado por algunos de los agentes investigados.

¿Qué dijo ahora la Cámara Federal? Ante distintos planteos de nulidad presentados por los todavía imputados en la causa, la Sala II señaló que el expediente no puede ser totalmente anulado porque el juez que lo lleva –es decir, Marcelo Martínez de Giorgi– debería ahondar en presuntas irregularidades cometidas por Villena cuando lo abrió en marzo de 2020.

Un ejemplo que valió la anulación del capítulo penitenciario de la causa: para investigar el supuesto espionaje a presos K en la cárcel de Ezeiza, Villena se valió de dos penitenciarios –los hermanos Claudio y Noelia Segura– cuyas declaraciones direccionó abiertamente y a los que les dio status de testigo de identidad reservada cuando no les correspondía.

¿Por qué habría hecho esto Villena? Para deslindar responsabilidades en el Servicio Penitenciario Federal por acciones que él mismo autorizó, como las escuchas en el penal federal.

Pero eso no fue todo. Villena también fue quien autorizó las tareas de vigilancia sobre el Instituto Patria, bajo el supuesto de que Cristina Kirchner podría ser víctima de un atentado terrorista. Esa firma, dicen, fue la que, una vez consumada la caída del macrismo, lo llevó hasta el think tank de la ex presidenta con la promesa de entregar en bandeja la cabeza de Macri.

Ahora, quien debe resolver sobre su suerte es Martínez de Giorgi, que ya lleva siete meses produciendo medidas de prueba para corroborar que la causa fue armada por Villena.

De prosperar, el reclamo de la Cámara Federal se sumaría a otras tres denuncias que pesan contra Villena. Dos de ellas son consecuencia directa de su actuación en la causa por presunto espionaje. 

La primera la presentó Fernando Carra, un ex penitenciario acusado falsamente de "ablandar" a los presos K, ante el Consejo de la Magistratura. La otra también lleva la firma de Carra, pero fue presentada ante Martínez de Giorgi y en tándem con otro de los penitenciarios perjudicados por Villena: Miguel Perrotta, quien estaba a cargo de Asuntos Internos. Ambos fueron sobreseídos.

Por otra parte, Villena también carga con una denuncia por mal desempeño en el Consejo de la Magistratura que viene cajoneándose en forma sistemática y tiene que ver con una cuestionada devolución de dinero a Karina Moyano, hija de Hugo. Hablamos de 400 mil dólares que le habían decomisado en el marco de un allanamiento que, por error, se hizo en la casa de Karina.

Tras ese episodio, el juez fue noticia por la compra de una casa en Bajo Flores a través de una operatoria que derivó en una denuncia del fiscal antilavado Diego Velasco.

En esa causa, Villena fue sobreseído por el juez federal Julián Ercolini, con la complicidad del fiscal Eduardo Taiano, que no apeló la decisión, en medio de los festejos por el Mundial de Qatar.

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