Desconcierto en el Gobierno tras el freno de la Corte a Lijo

El rechazo al pedido de licencia del juez federal tomó por sorpresa a la Casa Rosada, que hasta último momento desconocía la postura de García-Mansilla. La designación de Lijo quedó en un limbo y su futuro depende del Senado.

Política06 de marzo de 2025Sección PaísSección País
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La decisión de la Corte Suprema de Justicia de rechazar el pedido de Ariel Lijo para asumir en el máximo tribunal sin renunciar a su cargo en Comodoro Py generó sorpresa y malestar en el Gobierno. Hasta último momento, en la Casa Rosada desconocían los movimientos internos de la Corte y no esperaban la resolución que terminó dejando en suspenso la designación del juez.

El fallo lleva la firma de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Manuel García-Mansilla, pero se filtró antes de que Ricardo Lorenzetti pudiera expresar su voto, lo que desató sospechas dentro del oficialismo sobre el manejo de la información dentro del tribunal.

"La votación aún no tuvo lugar", repetía un alto funcionario en el mediodía del jueves, mientras el desconcierto crecía en los pasillos de Balcarce 50. En el Gobierno había dudas sobre si se trataba de una operación interna, lo que evidenció la falta de control sobre el desenlace de la estrategia judicial impulsada por Javier Milei.

La sorpresa con García-Mansilla

Uno de los puntos que más ruido generó en la Casa Rosada fue la postura de García-Mansilla, el magistrado que fue designado en comisión por decreto y que recientemente se sumó a la Corte gracias a la maniobra del Gobierno.

Según trascendió, el rechazo al pedido de Lijo no fue comunicado previamente por García-Mansilla a quienes trabajaron para instalar en la Corte a los dos jueces propuestos por Milei.

Desde el entorno de Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia, intentaron minimizar la situación al sostener que se trata de "una demostración de independencia de la Justicia", dejando en claro que no hay una "mayoría automática" dentro del tribunal.

Sin embargo, en privado, reconocieron que no estaban al tanto de los movimientos del flamante magistrado, lo que dejó expuesta la falta de coordinación entre el oficialismo y su propio candidato.

Lijo en el limbo: entre la renuncia y la pulseada en el Senado

El freno de la Corte dejó la designación de Ariel Lijo en un limbo jurídico. Ahora, el juez de Comodoro Py deberá evaluar si renuncia a su juzgado o si sigue esperando el visto bueno del Senado, que sigue sin tratar su pliego.

"Es una decisión personal, lo que podíamos hacer ya lo hicimos", admitió un alto funcionario del Gobierno, marcando distancia del próximo paso que tome Lijo.

Lo único seguro, por el momento, es que la Casa Rosada no retirará su pliego, por lo que su futuro depende exclusivamente del Congreso. Si el Senado accede a tratar su postulación y el oficialismo consigue los dos tercios de los votos necesarios, Lijo podría ingresar a la Corte de manera vitalicia.

La fallida negociación con el kirchnerismo

De los dos jueces propuestos por Milei, Lijo fue el único que obtuvo dictamen favorable en la Comisión de Acuerdos, con nueve firmas de senadores, entre ellos los peronistas Sergio Uñac (San Juan), Lucía Corpacci (Catamarca) y Claudia Abdala de Zamora (Santiago del Estero).

El oficialismo estuvo cerca de tratar su pliego en el Senado el 20 de febrero, pero la negociación con el sector que responde a Cristina Kirchner fracasó.

El kirchnerismo pretendía incluir en el acuerdo la designación del Procurador y la cobertura de 150 vacantes en juzgados federales, una movida que el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, rechazó. La falta de acuerdo llevó al Gobierno a frenar la votación, dejando en suspenso la confirmación de Lijo.

Con este nuevo revés, la apuesta de Milei por reformar la Corte se vuelve aún más incierta y la Casa Rosada enfrenta una nueva demostración de que no tiene el control absoluto sobre el rumbo judicial del país.

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