Presupuesto 2026: Milei monitorea desde Olivos mientras el Gobierno instaló una "mesa de crisis" en el Congreso para evitar cambios

El oficialismo busca blindar el debut legislativo de Bullrich ante la presión de los aliados por el financiamiento educativo. Santilli y los Menem siguen la sesión desde Diputados y en la Rosada no descartan habilitar el recinto en enero si fracasa la votación.

Política26 de diciembre de 2025Sección PaísSección País
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En un día clave para la hoja de ruta económica del Poder Ejecutivo, el presidente Javier Milei sigue las alternativas del debate del Presupuesto 2026 y la Ley de Inocencia Fiscal desde la Quinta de Olivos. Mientras el mandatario se mantiene alejado del recinto, una delegación de funcionarios de primera línea se instaló en el Palacio Legislativo para monitorear el minuto a minuto y desactivar cualquier foco de conflicto que obligue a devolver el proyecto a la Cámara de Diputados.

La estrategia oficialista tiene su centro de operaciones en los despachos de la Cámara baja, donde su titular, Martín Menem, recibe al ministro del Interior, Diego Santilli, y al armador político de La Libertad Avanza, Eduardo "Lule" Menem. El objetivo de este comité de crisis es asistir a Patricia Bullrich, quien afronta su primera prueba de fuego como jefa de bloque en el Senado tras su salida del Ministerio de Seguridad. La orden que baja desde el Ejecutivo es clara: aprobar la previsión presupuestaria sin modificaciones.

Sin embargo, el escenario dista de ser sencillo. El principal obstáculo para las aspiraciones del Gobierno es el artículo 30, referido al financiamiento docente y de la ciencia. La Unión Cívica Radical (UCR) y otros bloques aliados ya anticiparon su rechazo a este punto y exigen cambios concretos. Pese al optimismo que intentan irradiar desde Balcarce 50, la desconfianza reina entre los legisladores dialoguistas, quienes advierten que no aceptarán promesas verbales y reclaman compromisos por escrito.

Tensión interna y el "Plan B"

A las dificultades con la oposición aliada se suma una interna a cielo abierto con la vicepresidenta Victoria Villarruel. La nula previsión presupuestaria en el ítem de "Bienes de Uso" para el Senado encendió las alarmas en la Cámara alta. Aunque desde la Casa Rosada intentaron minimizar el hecho calificándolo de "error" subsanable administrativamente, en el entorno de la Vicepresidenta lo interpretan como un mensaje político deliberado. "Obvio que no fue un error, nos quieren tomar de boludos. Fue a propósito", sentenció una fuente parlamentaria, dejando en evidencia la fragilidad de los acuerdos.

Frente a la posibilidad de que la votación se empantane o el articulado sufra modificaciones, en el Gobierno ya analizan un plan de contingencia: extender el período de sesiones extraordinarias y volver a sesionar en Diputados el martes 6 de enero. Esta alternativa es considerada la última opción, ya que implica un desafío logístico mayor debido a que muchos legisladores oficialistas tienen viajes programados por el receso estival.

Mientras tanto, la actividad en la Casa Rosada transcurre con perfil bajo. El jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y el asesor presidencial Santiago Caputo cumplen agenda en Balcarce 50 y descartaron trasladarse al Congreso. Por su parte, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, mantiene su agenda en reserva, aunque no se descarta su intervención si la sesión se complica. En el entorno presidencial buscan desdramatizar la ausencia de Milei en el seguimiento minuto a minuto, asegurando que, si bien la ley es prioritaria, el mandatario atiende otros compromisos de gestión.

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