Garrahan: el Gobierno amenaza con despidos y sanciones a residentes

Tras rechazar el paro, Salud advirtió que quienes falten cinco días serán echados y podrían perder su título. Sin propuesta salarial concreta, Milei volvió a hablar de “ñoquis”.

Política30 de mayo de 2025Sección PaísSección País
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La protesta de los residentes del Hospital Garrahan entró en una nueva fase: sin respuestas concretas del Ministerio de Salud, el personal en formación ratificó este mediodía las medidas de fuerza, y el Gobierno endureció su postura. No solo anunció que les descontará los días de paro, sino que advirtió que serán echados si superan las cinco ausencias y podrían perder su aprobación como especialistas.

Los trabajadores desoyeron el pedido oficial de suspender el paro por 48 horas y respondieron con un acto frente al hospital: “Seguiremos firmes. La decisión de continuar se basa en la falta de propuestas concretas y en acuerdos que ya incumplieron”, recordaron, en alusión al aumento que firmó Mario Russo el año pasado y dio de baja en cuestión de horas.

Ajuste y castigo

Desde el Ministerio de Salud confirmaron a Infobae que si las ausencias alcanzan los cinco días, los residentes “quedarían automáticamente desafectados, como cualquier empleado público”. Además, deslizaron que podrían no aprobar la residencia y postergar así su colación como profesionales.

“Necesitamos que los residentes se formen y haya más profesionales”, dijeron en el Gobierno. Pero no ofrecieron mejoras salariales concretas, más allá de reconocer —en privado y en público— que el ingreso actual es extremadamente bajo, incluso en comparación con la Provincia y la Ciudad. Apenas prometieron estudiar una equiparación futura con CABA.

Entre las medidas anunciadas también figura una mesa de diálogo cada 15 días y un uso de los “ahorros por eficiencia” para mejoras salariales... aunque con una salvedad: parte del dinero se destinará al aumento de camas.

Ñoquis, narrativa y control de daños

En paralelo, el presidente Javier Milei reforzó el relato oficial. En una entrevista con Neura, atribuyó el conflicto a “administrativos dibujados por el kirchnerismo” y volvió a hablar de “ñoquis” en hospitales públicos. “Se politizó la situación. ¿Usted está de acuerdo con que haya empleados que no trabajan y le quiten recursos al hospital?”, preguntó, en tono de denuncia más que de gestión.

Alejandro Lipcovich, delegado de ATE en el Garrahan, refutó los dichos presidenciales: “El personal asistencial representa el 70%. No son solo médicos: hay enfermeras, bioquímicos, farmacéuticos y muchos trabajos clave, como esterilización”.

La respuesta política quedó en manos de Cecilia Loccisano, viceministra de Salud, que salió en medios y redes a relativizar el conflicto. Mientras tanto, el ministro Mario Lugones, cercano a Santiago Caputo, se mantiene en segundo plano, salvo para posar con Robert Kennedy Jr. en la Casa Rosada.

Desde la cartera emitieron una frase que sintetiza el tono oficial: “El médico no es el enemigo, su labor es indispensable. Pero vamos a sacar a los que usan el hospital para hacer política”. Ni una palabra sobre las condiciones laborales que motivaron la protesta.

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