Un asalto sin robo, un juez con pasado, y un oficialismo que rosca en la sombra. El Congreso se volvió un tablero de control: no importa solo lo que se vota, sino quién entra, quién espía y quién desaparece del quórum.
Sin auditores designados, la AGN está frenada hace meses. Pichetto y Romero culpan a la falta de consensos. El kirchnerismo, entre la crítica y el ausentismo.
El Congreso abrió la discusión para modificar la Auditoría General de la Nación. El organismo, clave para el control del gasto público, está virtualmente inactivo desde marzo de 2024.
El oficialismo busca acortar mandatos, bajar sueldos y modificar la integración de la AGN, mientras otros bloques reclaman designaciones urgentes.
Este miércoles arranca el debate por ampliar la Corte y reformar la Auditoría. La Casa Rosada quiso bajar la reunión, pero no pudo. Karina Milei promueve otro proyecto en Diputados.
Buscan evitar otro papelón y podrían postergar los temas más conflictivos como la causa $Libra y la pelea por la AGN.
Busca ampliar a cuatro los auditores designados por Diputados y reducir a dos los del Senado. El oficialismo se asegura un lugar.
El actual jefe de bloque propone a Alejandro Cacace y el gobernador de Mendoza a la diputada Pamela Verasay. Sin embargo, 22 de los 34 integrantes de la bancada firmaron una carta de apoyo a Negri. Jorge Triaca, el elegido para representar al PRO y LLA.
La Constitución nacional establece que la conducción de este organismo de control le corresponde al partido con mayor representación dentro del Congreso, por lo que el peronismo reclama para sí este lugar de representación.